La reforma de las bonificaciones a las cuotas la Seguridad Social, que entró en vigor el pasado 1 de septiembre, ha generado una gran preocupación entre empresarios y sindicatos, que ven peligrar el empleo de calidad en Ceuta. Para buscar una solución a este problema, que ha sido impuesto por el Gobierno central sin contar con la opinión de la Ciudad, se ha creado un grupo de trabajo dentro de la Mesa por el Diálogo Social, que se reunirá este viernes a las diez de la mañana.
El presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix, ha explicado a este medio los motivos de su malestar y sus expectativas ante la negociación. Según ha dicho, la reforma supone un cambio radical respecto al modelo anterior, que era estable y satisfactorio para todas las partes, ya que permitía que los trabajadores se beneficiaran de las bonificaciones. Ahora, en cambio, se penaliza a las empresas que contratan a personal cualificado y se dificulta la retención del talento en Ceuta.
Bulaix ha desmentido también que los empresarios salgan favorecidos con la nueva medida, como se ha sugerido desde algunos sectores. Al contrario, ha afirmado que se está castigando al empleo de calidad, ya que cualquier salario superior a los 1.600 euros mensuales supone un coste adicional para el empleador. Esto, según ha añadido, va en contra del objetivo de crear una ciudad más próspera y competitiva.
El responsable cameral ha reconocido que alcanzar un acuerdo con los sindicatos será complicado, pero ha mostrado su disposición al diálogo y a la colaboración. Ha destacado que en Ceuta hay un clima de paz social y de entendimiento entre los agentes sociales, y que el sector empresarial tiene en cuenta los intereses y el bienestar de los trabajadores.
En la primera reunión del grupo de trabajo, ha adelantado, se hará una valoración conjunta de la situación actual y se empezarán a elaborar propuestas para paliar los efectos negativos de la reforma. Bulaix ha insistido en que hay que estudiar quién asume el coste de las bonificaciones y cómo se compensa la pérdida de competitividad de las empresas ceutíes, expresando su esperanza en que el Gobierno central rectifique su decisión y vuelva al sistema anterior, que era más justo y equitativo para Ceuta. Ha admitido que es muy difícil que eso ocurra, pero ha asegurado que no se resignará ante el daño que se ha hecho a la economía local.
