La decisión de las entidades bancarias de imponer limitaciones e, incluso, cerrar cuentas a decenas de empresarios ceutíes ha dejado de ser un problema de la incumbencia de la Delegación del Gobierno, al menos a juicio de su jefe de gabinete, Juan Hernández. Los empresarios habían reclamado una explicación a las autoridades por una situación que juzgaban ajena a ellos.
“Vamos a dejarnos de cuentos con el tema. La Delegación del Gobierno no tiene nada que ver. Para eso están la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales y los juzgados. Yo, si me veo en esa situación, voy al juzgado a denunciar al banco. Y con esto la Delegación zanja cuanta crítica pueda formularse contra las instituciones por este asunto”, sentencia el jefe de gabinete.
Los empresarios afectados por las restricciones impuestas a sus operaciones bancarias por las entidades financieras, que en algunos casos se tradujeron en el bloqueo de cuentas y la ruptura de relaciones comerciales, organizaron protestas en verano para denunciar su situación.