Reino Unido estudia su propia alternativa a las criptomonedas

 Reino Unido estudia su propia alternativa a las criptomonedas
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En los últimos años, el florecimiento de las nuevas tecnologías ha impulsado más que nunca la popularidad de las criptodivisas. Más personas que nunca se han animado a comprar criptomonedas para invertir su dinero en propuestas como el Bitcoin o el Ethereum. Los movimientos de la mayoría de ciberdivisas han dibujado un 2022 muy complicado en el que se han visto grandes pérdidas de valor y han caído grandes fortunas, aunque 2023 ha empezado con ciertos aires de optimismo.

Aires complicados teniendo en cuenta el escepticismo global que hay sobre este tipo de dinero. No son pocos los países que han vetado a las criptomonedas, con China a la cabeza  tomando medidas tan duras como penas de prisión por compraventa de criptomonedas. En un panorama cada vez más complejo para esta forma de dinero, ha surgido un nuevo nombre que plantea hacer algo similar, pero a la vez distinto. El Reino Unido ha puesto sobre la mesa la figura del Britcoin, una nueva moneda digital que aprende de las cripto, pero que quiere hacer las cosas a su manera para amoldarse a los tiempos que corren.
 

La propuesta del Britcoin: el nuevo dinero digital británico

El Tesoro Nacional y el Banco de Inglaterra aseguran que están colaborando para estudiar las posibilidades de lanzar una moneda digital como esta, propuesta por el propio ministro de Hacienda de Reino Unido. El intento por parte de las instituciones para desplomar los pagos en efectivo a nivel global está impulsando a estudiar esta iniciativa ya no solo en el país inglés, sino también en otros rincones del mundo.

El plan inicial británico, en caso de seguir adelante, sería mantener conviviendo las monedas actuales con su nueva moneda digital y no ha tratado de ocultar su inspiración en el Bitcoin. La ciberdivisa más conocida del mundo, que ha arrancado 2023 con el mejor enero de su historia, ha asentado unas bases que han facilitado las transacciones y han descentralizado el movimiento del dinero a escala global. Sin embargo, lo más atractivo para el gobierno británico es su constitución como algo totalmente intangible, totalmente digital.     
La propuesta del ministro está en proceso de estudio, pero tiene muchas voces a favor. La idea es coger la fórmula de las cripto y eliminar todo aquello que genera escepticismo entre las instituciones. Es decir, una moneda digital regulada por las autoridades bancarias y económicas de los países y respaldadas por los grandes bancos. Bien es cierto que hay entidades bancarias que han participado ya en criptomonedas, como sucedía con el Banco Santander y el Ethereum, pero esta sería la primera vez que dinero de este tipo viene directamente de manos de bancos.
 

Fecha límite: 7 de junio

Con la propuesta sobre la mesa, el Banco de Inglaterra y el Ministerio de Economía de Reino Unido han decidido abrir consultas hasta el 7 de junio. Durante estos meses, tanto ciudadanos como empresas podrán influir en la toma de decisiones para determinar si el Britcoin debe seguir adelante o no, como también para ayudar a determinar cómo debería funcionar.

Aun así, parece que todo irá con calma. La nueva "Moneda Digital del Banco Central", que así es como la están denominando actualmente, no entraría en vigor hasta cerca de 2030, y siempre estaría presente como alternativa, no como imposición frente al dinero en efectivo. De hecho, las instituciones recalcan que en todo momento deberá ser intercambiable con las monedas en efectivo y con exactamente su mismo valor. Ahí radica otra de sus grandes diferencias frente al Bitcoin y otras cripto, ya que el valor de estas poco o nada tiene que ver con lo que vale una libra, un euro o un dólar.
 

Mientras tanto, vuelve a haber interés por las criptomonedas

Tras un 2022 desastroso para el sector cripto, 2023 ha comenzado con unos brotes verdes de lo más interesantes. Su máximo representante es el Bitcoin (BTC) y este ha cerrado su mejor enero a nivel histórico. Su tendencia al alza ha bañado a otras criptomonedas tanto conocidas como desconocidas, y eso ha hecho que los inversores vuelvan a verse interesados en este terreno tras la vorágine de 2020 y 2021.

El escándalo de FTX en 2022 fue crucial para la caída, pero vuelve a haber confianza y las instituciones no solo estudian la implantación de estas monedas, sino también su regulación. España, sin ir más lejos, va a reforzar su fiscalidad obligando a declarar esta otra forma de dinero, y ya hemos visto cómo Reino Unido quiere seguir el ejemplo de esta tecnología con su moneda digital propia. ¿Se acabarán implantando las ciberdivisas como parte de los sistemas económicos globales?