Más de 400 alumnos han participado en el XII Intercentros MUS-E en Ceuta, en el auditorio del Revellín
El MUS-E es un programa que se desarrolla en centros educativos españoles de titularidad pública o privada, en horario lectivo, que tiene como objetivos facilitar y promover la integración y la solidaridad, prevenir la violencia y el racismo y fomentar la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural.
La directora de la Fundación Yehudi Menuhin España, Anabel Domínguez, ha explicado que “en esta ocasión celebramos el día MUS-E con un mensaje muy especial y es que la Fundación cumple 20 años de trabajo en España”.
Domínguez ha contado la anécdota de que el MUS-E en Ceuta está antes que la Fundación. Se remonta al año 1996 cuando este programa empieza a desarrollarse en la ciudad mediante el convenio con el Ministerio de Educación y la Fundación.
Ha subrayado que “el trabajo que queremos hoy mostrar es lo que se hace en los cumpleaños, que es pedir deseos. No regalos. Lo que se ha trabajado con los niños y niñas es hablar de esos deseos que realmente deberían de movernos y cambiar el mundo”.
Los centros participantes son quince, que se benefician de este proyecto implantado en 11 países de Europa que favorece la convivencia y hace hincapié en la importancia del diálogo y de la interacción, así como el desarrollo de la creatividad y la imaginación.
Paralelamente al acto, se ha preparado una exposición en el paseo del Revellín donde “se han intentado expresar algunos de esos deseos que quieren hacer”, según Anabel Domínguez. Otra de las ideas es que “los niños tienen que pasar a ser participantes activos. Son niños y niñas de este siglo, jóvenes y adolescentes bajo un nuevo modelo y mucho que decir”. En este sentido han realizado un vídeo donde “van mostrando los que es el MUS-E y lo que quieren hacer y qué realidad quieren”.
La directora de la Fundación Yehudi Menuhin España ha destacado la colaboración con la Dirección Provincial del Ministerio que se traduce en un buen trabajo en equipo “y lo que esto hace es que el trabajo de los artistas y los docentes se complementan y entre todos podemos hacer que los niños, que ven un mundo de situaciones complicadas, sea un poquito más amable y que se les escuche su voz. Ellos quieren ser pieza activa”.
