Así lo asegura la secretaria de área del PSOE de Ceuta, Bernardina Díaz, tras conocer el balance sobre el estado de la Educación en Ceuta, realizado por el Ministerio
Para Díaz, se trata de una “triste cifra para una Ley pensada y articulada para la excelencia de unos pocos y que pierde en equidad y compensación de desigualdades. Nos empantanan en un mar de informes y documentos para hacernos creer que, a través de los planes de mejora, estamos realizando importantes avances y que con menos presupuesto y más imaginación estamos mejorando el sistema educativo, pero cuando llega la hora de la verdad nos vamos a la fuente real, o sea, a los/as alumnos/as y, sorpresa, son menos los que acaban la ESO”.
Ante la situación, El PSOE pregunta irónicamente el “por qué, si supuestamente todo está marchando mucho mejor desde que estamos poniendo en funcionamiento los planes de mejora, estamos retrocediendo”.
La socialista considera que “se atiende más a los aspectos burocráticos que a los alumnos; principales agentes de la Educación y grandes olvidados por parte de la Administración”, así como que “la tecnología le está restando el protagonismo a los niños y niñas”, ya que “el uso está bien, pero no el abuso". En este sentido asegura que una Administración Educativa dependiente de las nuevas tecnologías está avocada al fracaso de sus verdaderos protagonistas”.
Ratio maestro/alumno
En cuanto a la relación alumno/maestro, Díaz se muestra en desacuerdo con la afirmación de que hayan 14 alumnos por maestro, al estimarlo como “un resultado reduccionista que resulta de dividir el total de alumnos por el número de maestros, y esa no es la realidad”.
"Todos los que ejercemos la docencia sabemos, y no es ningún secreto, que un maestro atiende a 30 alumnos al mismo tiempo y un especialista de Inglés, Educación Física y Música atiende al mismo número de alumnos en su sesión, sólo los maestros de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje atienden a grupos reducidos y cuando entran los maestros de apoyo es para atender a niños que presentan dificultades puntuales, pero no para atender a la mitad de los alumnos de la clase”, recalca.
En materia de becas, Díaz anima a preguntar “¿por qué se han concedido solo 9 para Educación Especial?”, y su respuesta es que “como la convocatoria de ayudas con carácter general sale en una fecha (junio) y la de alumnos con necesidades la convocan en otra fecha, que es agosto, todos los alumnos con necesidades (menos nueve) la solicitaron en la convocatoria de carácter general, pero si se hubiesen publicado simultáneamente ambas convocatorias probablemente se hubieran beneficiado muchos más alumnos en sus respectivas convocatorias”, y añade que “no tiene sentido que habiendo al menos 2 alumnos por aula diagnosticado con necesidades específicas de apoyo educativo y más de 170 alumnos en el centro de Educación Especial, solo se hayan concedido 9 becas por su convocatoria específica”.
También se pronuncia sobre la enseñanza de idiomas y apunta a que “el MECyD sigue restando importancia a la dimensión europea del aprendizaje de otras lenguas; en Infantil apenas se le dedica una sesión de 45 minutos a la semana en 3 y 4 años, y dos sesiones en 5 años, cuando está más que demostrado que cuando mejor se aprenden los idiomas es en los primeros años de vida, pero esta cuestión al MECyD ni le interesa ni está por la labor de mejorar”.
