Los coches patera favorecen que las colas se produzcan a horas cada vez más tempranas

Las colas a lo largo de la carretera nacional 352 se han repetido una jornada más a lo largo de este martes. Los coches-patera procuran eludir los embotellamientos adelantando su viaje a Marruecos a primeras horas de la mañana. 

Un nuevo atasco, en nada diferente a los registrados durante los últimos días, ha venido hoy a avalar las críticas de los sindicatos policiales y las asociaciones profesionales de guardias civiles a la falta de medios para el control del tráfico en la nacional 352.

Las colas de vehículos a lo largo de la carretera comenzaban a formarse en torno a las diez de la mañana y continuaban a primeras horas de la tarde. A las cinco y media, el final de la fila de vehículos que comenzaba en el puesto fronterizo de El Tarajal se mantenía estable frente a los edificios de viviendas de la barriada Juan XXIII. Los conductores llevaban para entonces cinco horas atrapados en el embotellamiento.

Las nuevas estrategias adoptadas por los denominados coches-patera –vehículos que cargan mercancía en Ceuta para su transporte al otro lado de la frontera- han favorecido que las colas comiencen a formarse a horas cada vez más tempranas. Los conductores de los automóviles con portes de mercancía intentan eludir las horas de espera a la que obligan los atascos mediante el ardid de pasar la noche en la ciudad para acceder a la frontera a primeras horas de la mañana.

La mayoría de los afectados por los atascos, ceutíes y marroquíes de religión musulmana, ven multiplicadas las molestias por la coincidencia de las fechas del ayuno ritual del Ramadán y el rigor de las temperaturas –en el interior de los vehículos sin aire acondicionado la temperatura llegaba a alcanzar los 30 grados centígrados.

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