“Estamos hartos de decomisar sandías”

España y Marruecos abren la mano al tránsito de mercancías aplicando oficiosamente el régimen de viajeros pero solo admiten pequeñas cantidades

Frontera del Tarajal
photo_camera La Guardia Civil registrando un vehículo en la Frontera del Tarajal

La Guardia Civil detiene a un Audi con matrícula francesa en el control fronterizo del Tarajal. No hace falta un registro exhaustivo para comprobar que viene cargado hasta arriba, asientos traseros incluidos. Los agentes sacan del vehículo garrafas de aceite, cajas de galletas, mantas y todo tipo de compras, la mayoría alimentos. Viaja a Francia y pretendía llevarse consigo todo lo que cupiera en su coche. Pero no puede ser. Y menos en esas cantidades.

Tiene dos opciones: volver por donde ha venido o ver como la Guardia Civil decomisa todo lo que lleva para proceder a levantar un acta de destrucción de alimentos. No conlleva multa y el viajero, explican los agentes, puede seguir su camino cariacontecido y sin sus viandas. Los alimentos de su país que pretendía llevar a su familia en Francia pasan a engordar un contenedor a la espera de ser destruidos.

Hasta el cierre de la frontera en marzo de 2020, la Guardia Civil buscaba droga o inmigrantes irregulares en los controles de la frontera del Tarajal, ahora incautan galletas, yogures, leche, fruta… “Estamos hartos de decomisar sandías”, bromea un agente de la Benemérita. “Para lo que hemos quedado”, se ríe.

Pero aquello de “ni un Danone” parece no haberse puesto en práctica. España y Marruecos han abierto ligeramente la mano y están aplicando oficiosamente el régimen de viajeros. “Dejamos pasar como alrededor de 10 kilos, lo que se entiende que es para consumo personal, pero no si pasan treinta veces, claro”, matizan fuentes policiales.

Pero lo cierto es que la mayoría de los vehículos vienen con un solo ocupante y sin mercancía a bordo y los controles son sencillos. Y gran parte son coches con matrícula española. El tránsito de vehículos es mínimo este último martes de mayo y abundan más quienes van hacia Marruecos que quienes entran en España. Entre el 23 y el 29 de mayo entraron en Ceuta 5.862 coches y salieron rumbo a Marruecos 6.705. Una desproporción que se agranda en el caso de los peatones. En ese mismo periodo de tiempo entraron en Ceuta 12.733 marroquíes por los 17.878 españoles que salieron hacia el país vecino.

Eso sí, nada de escáner ni tecnología. El registro de los peatones se hace a mano “encima del escáner” del control de la Guardia Civil, se indigna una ceutí que acaba de cruzar la frontera del Tarajal. Se registra maleta a maleta mientras el resto de viajeros espera paciente, explica a los periodistas. Y, además, denuncia, en el lado marroquí, en Bab Sebta, sí han modernizado sus controles y han remozado la frontera, pero no lo parece en España. “Han dado una mano de pintura, nada más. ¿En qué se han gastado el dinero?”, se pregunta.