El Gobierno no quiere hablar de Schengen y prefiere centrarse en los fondos que "deben acompañar" los planes

Desde el Ejecutivo evitan manifestar su postura respecto a la supresión de la excepción y que se aborde en los planes estratégicos, mientras en Madrid ya han tomado una decisión al respecto.

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photo_camera El portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, durante la comparecencia del Consejo de Gobierno de este viernes. (C.A)

El Gobierno de Sánchez ya tiene prácticamente cerrada su postura sobre la supresión o no de la excepción Schengen en las ciudades autónomas, así como la entrada de las mismas en la Unión Aduanera. Lo adelantaba este jueves la delegada del Gobierno, cuando se le preguntaba sobre si se abordarían esas cuestiones en el proceso de elaboración de los planes estratégicos, que acaba de comenzar.

“Los diferentes ministerios están trabajando en ello desde el inicio de la pandemia y esperan concluirlo en breve”, intentaba zanjar así Salvadora Mateos el asunto, sin aclarar más al respecto. Tampoco lo ha hecho este viernes el portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, que interpelado por la misma cuestión, ha echado balones fuera.

Para Gaitán los planes abordarán aspectos normativos, como es el caso de Schengen, la Unión Aduanera o el REF, “pero eso irá surgiendo a medida que avance”.

Desde el Ejecutivo de Vivas entiendes que son cuestiones que se “analizarán, y se verán si se incluyen o no”. Entre tanto, prefieren hacer un llamamiento a Madrid para que acompañe de inversiones las medidas que recoja el documento del Plan. “Será muy importante para su efectividad posterior, que las medidas vayan acompañadas de fondos suficientes”.

Mientras que ahora desde la Administración local hora prefieren guardar silencio sobre estas cuestiones, hace medio año, el pasado verano, el presidente Vivas celebraba de forma reiterada que, por primera vez, surgieran a debate de la opinión pública, por considerarlas de vital importancia para el futuro de la ciudad.

Sin embargo, esa “oportunidad”, como la llamó el jefe del Ejecutivo local, ha ido decayendo, sobre todo, desde que el pasado diciembre el secretario de Estado de Política Territorial, Alfredo González, eludiese hacer mención a la misma durante la presentación de los planes estratégicos que Madrid prepara para las ciudades autónomas.

Habló, eso sí, de Tratado de Buena Vecindad con Marruecos, que parece ser la apuesta más fuerte por parte Madrid, y a la que el presidente Vivas se oponía hace apenas dos años, tachándola de “imposible”. El jefe del Ejecutivo local respondía así durante una sesión de control al Gobierno a la propuesta del entonces diputado de Caballas, Mohamed Alí, que buscaba propiciar la firma de ese tratado.

Vivas sentenciaba en febrero de 2020 que Ceuta no podía depender del país vecino ni en el control de los migrantes marroquíes y argelinos, ni para el bienestar de la población local, ni para el sostén de la economía caballa. “Yo quiero unas buenas relaciones, pero ellos en su casa y nosotros en la nuestra”, concluía el presidente. Sin embargo, el pasado diciembre cuando González desprendía esta idea, el presidente guardaba silencio. O su postura ha cambiado o, al parecer, no existe otra alternativa.

Por ello, mientras tanto, prefieren ni hablar de Schengen, y centrarse en las bondades que puede traer la implementación de los planes, siempre y cuando, como ha reiterado este viernes Gaitán, el Gobierno central los respalde económicamente.