Entrevista al presidente de la Plataforma Ciudadana en Defensa de los intereses de Ceuta

Santórum: "Marruecos no es intratable, pero hay que tener mucha cintura política y personal"

No cree que la actitud de Marruecos hacia Ceuta sea "hostil" sino más bien "peculiar". Hostil le parece una palabra "demasiado gruesa" 

Ha nacido la Plataforma Ciudadana en Defensa de los Intereses de Ceuta. El presidente de este movimiento reivindicativo es el que fuera coordinador de los polígonos del Tarajal, Arturo Santórum, actividad que dejó de realizar en 2016.

Santórum señala que es “una inquietud que hay a nivel ciudadano en las esferas empresarial y social de Ceuta, que se encuentran muy afectadas por los últimos acontecimientos”. Su objetivo es colaborar con los estamentos oficiales para la mejora de los intereses de los ceutíes.

Esos acontecimientos son los referidos a la caída en picado del comercio y a los problemas que se derivan de las dificultades en el tránsito fronterizo. “Es primordial para la Plataforma el asunto del IPSI, que afecta mucho al comercio”. Santórum explica que “como el IPSI se paga antes de que se venda el producto, el colapso es muy grande. Los comerciantes no tienen para pagar el impuesto porque no han vendido. Y si no han vendido no recuperan el IPSI”. Este tema -avanza- lo abordarán con el Gobierno de la Ciudad.

Respecto a la frontera y como medida urgente van a solicitar una entrevista con la delegada del Gobierno “a fin de que la frontera se vuelva más fluida y se facilite la entrada y salida de personas de una manera regular”.

Quienes tienen que defender Ceuta “o no lo están haciendo o no tienen ideas, que también puede ser”, dice Santórum, para el que “hay dos vectores importantes, uno es el Gobierno de la Ciudad y el otro es la Delegación del Gobierno”.

Sobre la institución que depende del Gobierno de la Nación y a la pregunta ¿Qué ha dejado de hacer Delegación?, Santórum comenta que “no es que no ha hecho sino que hay una confrontación entre dos administraciones, la española y la marroquí, las cuales son soberanas y pueden tomar sus decisiones”.

El presidente de la Plataforrma quiere esperar a la reunión que va a mantener con la delegada, Salvadora Mateos, antes de pronunciarse más. Puede –dice- “que el diálogo no haya sido suficientemente claro con Delegación y desde la institución se puedan hacer muchas más cosas de las que están haciendo”. Añade que “a lo mejor no es por ellos sino porque hay muchas cuestiones de índole legal que desconocemos”. La Plataforma aclara que no está por confrontar si no por ayudar a la Delegación para que lleguen “a buen puerto” las actuaciones.

También le preguntamos ¿Qué no ha hecho la Ciudad Autónoma? Santórum habla de lo que la Ciudad tiene que hacer. En primer lugar, aportar soluciones al problema del IPSI, que califica de “terrible” y, luego, se refiere al PGOU: “La nueva aprobación del Plan General de Ordenación Urbana está originando una serie de limitaciones en el sistema económico de la ciudad”. Este plan tiene “temas encapsulados”, según el presidente de la Plataforma.

Como objetivo a corto, medio y largo plazo, se plantean el tema del empleo: “La plataforma quiere traer empresas a la ciudad que sean impulsoras de la transformación para que Ceuta genere riqueza, porque ahora mismo somos una ciudad totalmente subvencionada”.

Sobre las organizaciones empresariales opina que “hay inquietudes y mucho nerviosismo. Nuestros comerciantes y nuestro sistema empresarial están con la soga al cuello. No hay ingresos, No se puede pagar. Ya se han producido despidos”. Santórum afirma que los empresarios quieren ver “un poquito de luz”, también de la Administración. Cree que ellos pondrán de su parte todos los medios a su alcance, pero que es necesaria “una colaboración con la Ciudad”. Añade que el Gobierno de la Ciudad tiene que hacer por beneficiarse de la Ley de incentivos regionales y “que no sólo sea de las deducciones que ya tiene la Ciudad por la Seguridad Social y tributos a la hacienda pública”. Una Ley de incentivos regionales “lo suficientemente clara y precisa” para que las empresas del orden de transformación se instalen en la ciudad.

Santórum reconoce que Confederación de Empresarios y Cámara de Comercio están “haciendo bien su papel” y que un “un pozo da un agua y no hay más” por lo que “si no procuramos traer otros afluentes a ese pozo para que haya más agua, malamente vamos”, afirma el presidente de la Plataforma, que añade que “las miserias normalmente no se reparten”.

Al primer encuentro organizado por la plataforma, que se declara apolítica, asistió la vicepresidenta 2ª de la Asamblea, también secretaria de Organización del PSOE. Al respecto dice Santórum que “nosotros no le ponemos puertas al campo". Es una reunión apolítica, pero como tal, y también “arreligiosa”, esto es “un cajón de sastre donde cabe todo el mundo”. Explica que todo el que venga “sea del PSOE, del Partido Popular, de lo sindicatos que vengan… nosotros queremos tener a todo el mundo aquí porque la unión hace la fuerza y dos cabezas piensan más que una”. Santórum deja claro que el movimiento no tiene un fundamento político ni está condicionado a ningún pensamiento político.

Sobre la excepcionalidad para Ceuta y Melilla contemplada en el Acuerdo de Schengen, el presidente de la Plataforma asegura que “eso es algo que nos tienen que aclarar de una manera fehaciente. ¿Dónde está Schengen? ¿Está en la bocana? ¿Está la frontera del Tarajal? ¿Hay excepciones? ¿No las hay?”. Opina que el pueblo de Ceuta es quien debe decir qué nos interesa. Respecto a los visados sostiene que “cuanto más abierta esté la ciudad mejor será para su funcionamiento en todos los aspectos. En Ceuta, al igual que en todas las ciudades fronterizas, hay unos lazos de orden familiar que siempre están a uno y otro lado de la frontera. Véase La Línea, Gibraltar o Andorra. Dentro de lo que son las normas de buena convivencia, la ciudad debe de estar abierta”.

Y sobre la entrada de pescado procedente de Marruecos afirma que “si el pescado viene de una manera regulada y está todo correcto, pues bien. De lo contrario no hay que poner el grito en el cielo. Somos españoles y tenemos Mercasevilla, Mercamálaga, Algeciras o potenciemos el puerto pesquero de Ceuta.

Arturo Santórum dice haber leído las 140 medidas del Gobierno del PP: “Pienso que se pueden llevar a cabo, pero que llegan un poquito tarde. Hay que dejar de ir a pedir a Madrid y todas esas cosas”. Y sobre la acción conjunta con Melilla “puede ser muy fructífera puesto que Melilla, más o menos, tienes los mismos intereses y problema que tiene Ceuta”.

Bajo su punto de vista Marruecos no es un país intratable con el que no se pueda negociar. “Para nada. He estado durante más de cuatro años como coordinador de los Polígonos del Tarajal y no tuve ninguna incidencia. Ahora sí, yo pasaba todos los días al otro lado y hablaba con los aduaneros y con el jefe de la frontera. Las conversaciones siempre fueron fluidas y entendibles, lo que pasa es que hay que tener mucha cintura del orden que la quieras: política, social o a nivel personal. Hay que tener mucha cintura para negociar con otro país”, explica Santórum teniendo su propia experiencia como base.

Para la Plataforma el interlocutor con Marruecos es el Gobierno de la Nación. El Gobierno de la Ciudad no tiene potestad para negociar con el país vecino, añade. No obstante agrega que “el presidente de la Ciudad tiene muchísimo que decir en este aspecto. Se podría reunir con una autoridad marroquí siempre que no lesione un concepto superior que es el Estado español, pero en materia de exteriores que yo sepa no tiene competencias la Ciudad. A mi modesto entender, nuestro presidente de la Ciudad tiene que tener una dualidad y debe de ser presidente de la Ciudad Autónoma de la bocana del Puerto hacia arriba y reivindicar sus intereses ante el Gobierno de la Nación; pero de la bocana del Puerto hacia dentro, debe de ser el alcalde y atender a la ciudadanía”.

Santórum no comparte el término “hostil” cuando Vivas se refiere a la actitud de Marruecos y considera que “es una palabra demasiado gruesa, dejémoslo en peculiaridades”, puntualiza. Y por otra parte, cree que “el tema del contrabando es contemplado de una manera tajante”.

Arturo Santórum que ha conocido bien los Polígonos del Tarajal lamenta que muchos empresarios se hayan arruinado: “Si vamos por este camino aquello es tierra quemada. Ahora mismo da pena ir al Tarajal. No hay nadie. Lo comparo con el lejano Oeste cuando surgía el oro y se masificaban los pueblos. Cuando desaparecía el oro, se convertían en ciudades fantasmas. Hay que potenciar el Tarajal como sea, si no es en una dirección, en la otra; pero hay que hacerlo”.