Como cada segundo miércoles de cada mes, la Plaza de la Constitución ha sido escenario del “círculo de silencio”, una iniciativa de la Mesa Diocesana de Atención y Acogida de Refugiados con la que se pretende denunciar la situación de los migrantes.
Durante media hora, los concentrados se han reunido en torno a un círculo con la imagen reciente de las devoluciones en caliente de un centenar de jóvenes subsaharianos practicadas por la Guardia Civil el 1 de enero en la valla fronteriza.
Las asociaciones católicas Cáritas, CONFER y Justicia y Paz, que figuran entre las convocantes de los círculos de silencio, condenaron las expulsiones sumarias. “Las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional", lamentaron entonces en un comunicado.