Casi todas las barriadas de Ceuta están repletas de zanjas, vallas y obras de reforma para mejorar la ciudad, especialmente en lo que respecta al saneamiento y la red de pluviales. Hasta aquí, todo fantástico: mejoras urbanas y empleo para aquellos que hubieran sido contratados para llegar a cabo el ingente número de obras públicas, sobre todo las encomendadas por Acemsa, la empresa municipal que más obra subcontrata.
No obstante, este despliegue de arquetas, imbornales, losetas y acometidas revela algo preocupante: la falta de planificación y la chapuza generalizada. Gracias a la ‘previsión’ de los técnicos municipales y de los políticos que los supervisan, el tópico de la chapuza española cobra vida cuando, apenas unas semanas después de realizar una obra, esta se vuelve a levantar para llevar a cabo una nueva actuación sobre la ya realizada.
Un buen ejemplo de esta chapuza se puede observar en las obras que se llevan realizando en la calle Puerto Rico desde hace siete meses. Tres meses después de que los operarios de Estructuras del Estrecho cerraran las zanjas y las cubrieran de losas de arriba a abajo, en la zona peatonal de la calle, este martes, los mismos obreros abrían una zanja para ampliar un imbornal.
Tras las últimas lluvias, se destapó que la reducción del número de los anteriores no había sido una buena idea y que, además, modificar la ubicación de los mismos en el nuevo proyecto solo había servido para que el agua, que sigue su propio camino, decidiera correr cuesta abajo encontrando en su camino tan solo dos pequeñas arquetas. Así que tocaba picar de nuevo las losetas y abrir una nueva zanja.
Pero aquí no acaba el cúmulo de despropósitos. Se construyó una pequeña escalera junto a una rampa, “para evitar que el agua llegase a los portales de las casas”, una escalera que, como medida de ‘protección’ y ‘seguridad’, han dejado con una valla de obra, sujetada con una losa.
A todo esto hay que añadir que, durante la ejecución de las obras, aparte del polvo y el ruido, los operarios de la empresa subcontratada por Acemsa han provocado desperfectos en fachadas y escalones de los que solo se han hecho cargo tras las quejas de los vecinos, y muchos siguen sin repararse. Además, hay juntas sin sellar entre las fachadas y el acerado, o uniones con cuatro centímetros de cemento, porque ¿para qué medir dos veces para cortar una, si hay cemento suficiente?
Además, los vecinos llevan meses buscando aparcamiento, ya que llevan siete meses de obras que ya han agotado la paciencia de muchos. Y para rematar, empiezan a acometer las obras frente al colegio ‘Valle Inclán’ una semana después de finalizar las vacaciones de Semana Santa, lo que provoca un colapso de tráfico en la única calle de salida del barrio del Mixto.
Los trabajos encargados por Acemsa a Estructuras del Estrecho, en una serie de contratos menores, han dejado patas arriba la calle Puerto Rico desde el pasado mes de septiembre.
