EL OTRO POLíGONO DEL TARAJAL

La cara oculta del negocio

La gran actividad comercial del polígono de El Tarajal, el incremento del pago a los porteadores por el transporte de mercancías a Marruecos por el paso del Biutz está provocando, según fuentes consultadas por este periódico, que muchas de estas personas estén pernoctando en la ciudad pese a estar prohibido. Ello ha hecho que esté aflorando un negocio paralelo al que se lleva a cabo en los polígonos, el del alquiler de garajes, que sirven de lugar de descanso, almacenamiento y preparación de los bultos.

tarajal-dia-apertura-frontera-porteadores-9
photo_camera Porteadores pernoctan en Ceuta con el fin de ser los primeros en la cola para transportar mercancía/ANTONIO SEMPERE

El polígono de El Tarajal, sin duda, es el verdadero motor económico de Ceuta. El comercio atípico existente entre España y Marruecos y el precio que se está pagando en estos momentos por el transporte de los bultos de un país a otro está provocando que cada vez sean más los porteadores que usan el paso del Biutz para este menester.

Y es que en la actualidad, según las informaciones recabadas por este periódico de fuentes conocedoras de este asunto, el transporte de mercancía se está pagando a cantidades muy importantes y muy superiores a las de antaño, lo que supone el ingreso de buenas sumas por parte de estos trabajadores. Ello hace que esta actividad cada vez sea más codiciada por este colectivo.

Habitualmente el paso fronterizo de El Tarajal es atravesado durante las jornadas laborales por unos 10.000 coches y 25.000 personas. De ellas, unas 20.000 son porteadores, unas 3.000 trabajadores transfronterizos, mientras que el resto son visitantes del país vecino que acuden a nuestra ciudad para realizar compras o para disfrutar de la oferta de ocio.

Los trabajadores transfronterizos son los que cuentan con un puesto de trabajo y contrato en Ceuta, mientras que los porteadores recorren unos quinientos metros hasta el polígono de El Tarajal para recoger grandes paquetes de mercancía, almacenada en las naves, y trasladarlos hasta el país alauí  a través del paso del Biutz.

Los porteadores, la mayoría censados en la provincia de Tetuán, a unos cinco kilómetros de la frontera, no necesitan visado para su entrada a Ceuta, aunque solo cuentan con permiso que les habilita a entrar a recoger la mercancía, aunque no pueden pasar la noche en territorio español.

Es en este punto en el que comienza la verdadera historia de la cara oculta del gran negocio que se desarrolla en el polígono de El Tarajal. Según las fuentes informantes conocedoras de este problemática en profundidad, muchos de los porteadores y porteadoras pernoctan en la ciudad.

La idea no es otra que ser los primeros en la cola para realizar en sus espaldas el transporte de la mercancía. Ello les permite que en el horario de la mañana que permanece abierto el Biutz puedan realizar más de un pase de bultos y sus ganancias sean mayores. La ventaja es que toman delantera a sus compañeros que tienen que venir desde el país vecino.

Los porteadores, por tanto, tienen que buscarse la fórmula para dormir. Es ahí donde comienza otro negocio que está totalmente ligado a la actividad laboral de la zona comercial. La proliferación de construcciones en las barriadas del Príncipe Alfonso y Arcos Quebrados, zona cercana al paso fronterizo, está provocando que los transportistas de la mercancía tengan a su disposición lugares, en la mayoría de los casos garajes, para pernoctar, y en muchas ocasiones, preparar su paquetes.

Según las fuentes que han informado a este periódico, se estarían pagando cantidades superiores a los 150 euros por persona en concepto de alquiler de los mencionados garajes, que servirían de zona de descanso y de almacenamiento de mercancía.

Prueba de ello es que las Fuerzas de Seguridad del Estado han llevado a cabo operaciones en garajes que servían de almacenes, decomisando mucha mercancía. En una de ellas, agentes de la Policía Local decomisaron una gran cantidad de mariscos que estaban almacenados en un garaje dentro de unos congeladores.

Este fenómeno también se produce en viviendas de la barriada del Príncipe Alfonso, por lo que no es extraño al amanecer, horas antes de la apertura del Biutz, ver a muchas personas dirigirse hasta el Polígono de El Tarajal para realizar su actividad.

Sin duda, un buen y lucrativo negocio para algunos propietarios. También se ha dado el caso, según las fuentes, que se ha detectado que algunos porteadores construyen pequeños habitáculos, hechos con palés y cartones, juntos a las naves instaladas en el polígono para pernoctar en los mismos. Todo tiene como objetivo ocupar un buen sitio en la cola a primeras horas de la mañana.

 Las fuentes consultadas han confirmado que este asunto preocupa mucho al Gobierno local y, por ende, al titular de la Consejería de Gobernación, Jacob Hachuel, que está dispuesto a realizar los esfuerzos que sean necesarios para erradicar estas prácticas.

Ya ha dado órdenes a los mandos de la Policía Local para que  diseñen las estrategias necesarias al efecto. Es, sin duda, la otra cara del gran negocio que lleva aparejada el pulmón económico de nuestra ciudad. Este hecho también fue corroborado por el presidente Vivas, que en su comparecencia para hacer balance de 2015 anunció que una de las actuaciones a llevar a cabo en el presente año para tratar de erradicar el paro en Ceuta será la de acometer actuaciones puntuales en centros o zonas de singular relevancia económica.

Es el caso de la necesaria normalización y regulación de las actividades comerciales que se desarrollan en El Tarajal. Otra de las medidas anunciadas por el mandatario es la de combatir el fraude en cualquiera de sus manifestaciones.