La generosidad de un ciudadano de Ceuta ha impedido que la familia residente en el número 7 de la calle Fernández se quedara sin hogar, después de que su vivienda sufriera problemas estructurales a raíz de la demolición de las casas adyacentes.
Un ceutí, amigo de la familia, ha ofrecido su piso a la familia para que se alojen allí mientras se resuelven los problemas surgidos de la demolición de las viviendas contiguas. Esta acción se llevó a cabo después de que el técnico de la empresa constructora alertara a la familia sobre el riesgo de colapso de la estructura, advirtiendo que si la casa se derrumbaba, sería responsabilidad de ellos, según fuentes cercanas a la familia.
Las negociaciones entre el propietario de la casa en el número 7 de la calle Fernández y la constructora no llegaron a un acuerdo para la venta de la propiedad, ni por los problemas surgidos durante la demolición que comenzó la demolición el pasado lunes. Las vibraciones y la acumulación de escombros contra la pared medianera y el muro de carga de la vivienda podrían ser la causa de los problemas estructurales.
La familia solicitó a la constructora una solución cuando comenzaron a aparecer grietas en la estructura. Sin embargo, la solución propuesta por la constructora, a través de su abogado, era más un parche que una solución viable: ofrecieron una vivienda mientras duraran las obras. Pero aquí es donde surge el problema: la vivienda ofrecida estaba alquilada y hasta que el inquilino no se mudara, la familia no podría ocuparla. Mientras tanto, la constructora les proporcionaría una cantidad en efectivo para que buscaran un alquiler. Una alternativa poco realista en una ciudad como Ceuta donde el número de viviendas en alquiler es muy escasa.
Esta es una situación extremadamente difícil para esta humilde familia que ha visto cómo su negativa a vender su casa a una constructora se ha convertido en una verdadera pesadilla.
