En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, que ha blindado desde primera hora de la tarde los accesos tanto peatonales como rodados a la zona de la Sinagoga y de la Delegación del Gobierno, cientos de ceutíes se han manifestado este martes por la tarde para expresar su repulsa contra las acciones de Israel contra la población civil de Gaza y el pueblo Palestino. Lo han hecho sin una sola voz que incluya en su humanidad latente algún tipo de consideración hacia las víctimas del lado israelí tras la acción llevada a cabo por Hamas el sábado 7 de octubre, que ha desencadenado una reacción de violencia inusitada por parte de Israel contra el pueblo Palestino y en especial contra la franja de Gaza.
Quizás porque como se ha podido escuchar en la lectura del manifiesto consideran que el “colonialismo sistemático” de Israel hacia el pueblo palestino “hace imposible la creación de un Estado Palestino libre y autónomo, con su capital en Jerusalén, que es la alternativa legalmente reconocida a nivel internacional, como la solución a este conflicto, el más largo, injusto y vergonzoso del mundo moderno. El pueblo palestino ignorado y abandonado por todos, sin armas, sin ejército, sin recursos, ni apoyo, tiene el derecho moral y en justicia de luchar por su libertad y autodeterminación como cualquier otro pueblo invadido y colonizado”.
Y es que en el texto leído no se han escatimado críticas para “todo occidente” con especial énfasis en Estados Unidos, por contemplar y dar el beneplácito a las acciones violentas de Israel contra la población civil de Gaza. “Israel asesina, Europa patrocina”, se podía leer en una de las muchas pancartas que junto con banderas palestinas han llenado la plaza de los Reyes.
“Doble rasero” para esa Europa y ese occidente que no ha dudado en alinearse con Ucrania, pero lleva permitiendo que Israel incumpla los tratados de paz y las resoluciones de la ONU desde su creación para “someter” a Palestina.
“El régimen nacional sionista de Israel, una vez más de forma cobarde está masacrando la población civil de Gaza, lo hace día y noche, con munición prohibida, con el fósforo blanco, bombardeando escuelas, hospitales, incluso refugios seguros de la ONU. Lo hace dejando a 2 millones de personas atrapadas sin electricidad, sin agua, sin medicinas, sin alimentos, destruyendo casas e infraestructuras civiles, asesinando a niños, mujeres y personas ancianas, a periodistas, a personal de Naciones Unidas y oenegés acreditadas, sin respetar nada ni a nadie. Y todo esto sin traba alguna, impunemente”, ha leído Uzman Bersabe al que han interrumpido en este instante con gritos de “Israel asesina”.
Ese pasaje del manifiesto sonaba en la plaza de los Reyes unos minutos antes de que las pantalla de cualquier móvil suscrito a alguna alerta de noticias se encendiera con el titular “El Ministerio de Salud de Gaza afirma que al menos 500 personas han muerto tras un bombardeo israelí en un hospital de Gaza”.
Y a pesar de la virulencia del mensaje, de las palabras pronunciadas en la plaza de los Reyes, la manifestación ha transcurrido de forma pacífica, al término de la misma, se ha arengado a irse en paz.
Y al inicio del manifiesto se ha afirmado que a pesar de la condena rotunda a Israel, los presentes “no estamos aquí para generar confrontación entre comunidades, al contrario lo que buscamos y perseguimos es precisamente la fraternidad entre los pueblos, el amor entre los seres humanos con independencia de su cultura, credo, procedencia o cualquier otra condición. Algo que hoy pasa por condenar el régimen político, colonialista y sionista del Estado de Israel. Pasa por condenar de viva voz el terrible genocidio al que estamos asistiendo. Que nos oigan en todos los rincones del mundo: Hoy todos somos Gaza, hoy todos somos Palestina”, ha arengado Bersabé.
“No en mi nombre”, ha coreado la plaza poco después para dejar claro que la complicidad a la que obliga la posición de la Unión Europea a sus ciudadanos no cuenta con el respaldo, al menos de los cientos que se han manifestado este martes en la plaza de los Reyes. Y es que gran parte del mensaje de los manifestantes iba destinado a sus propias autoridades, para que dejen de mirar para otro lado y exijan a Israel que respete a Palestina.
