Dos días de mayo: racismo y odio en las redes

Un estudio de una investigadora de la Universidad de Granada evalúa la reacción de las redes a un mensaje racista lanzado por Vox durante la crisis migratoria que azotó la ciudad los días 17 y 18 de mayo de 2021

El ejército, desplegado en El Tarajal durante la crisis de mayo (C.A./ARCHIVO)
photo_camera El ejército, desplegado en El Tarajal durante la crisis de mayo (C.A./ARCHIVO)
Concentración de migrantes en las naves de El Tarajal durante los días más duros de la crisis migratoria (C.A./ARCHIVO)
Concentración de migrantes en las naves de El Tarajal durante los días más duros de la crisis migratoria (C.A.)

Las movilizaciones que estos días han mantenido bajo asedio la sede del PSOE en Madrid han fraguado parte de su éxito en las redes sociales. Las concentraciones, que reúnen a ciudadanos opuestos a la aplicación de medidas de gracia a los políticos independentistas catalanes, son también un escenario confortable para los activistas más reaccionarios. Sus mensajes han poblado las redes sociales y son la causa, en buena parte, de la multitudinaria respuesta ofrecida a la ofensiva planteada contra la futura Ley de Amnistía acordada por el Gobierno en funciones con Junts y ERC.

El imperio de las redes sociales ha dinamitado el control sobre los emisores de los mensajes, lo que ha dejado el campo abonado a la explotación de estos nuevos canales de comunicación por la extrema derecha: sus mensajes, fundados en la emocionalidad y en la idea de la existencia de un «otro» amenazante, gozan de la extraordinaria receptividad que amplios sectores de la población están dispuestos a conceder a explicaciones simples y asequibles sobre lo que sucede en el mundo.

Este manejo de las redes por fuerzas ideológicas situadas en los márgenes del sistema democrático ofreció un ejemplo reseñable durante la crisis migratoria que explotó en la ciudad el 17 y el 18 de mayo de 2021. En esos días, y con la complacencia de las autoridades marroquíes, entraron en Ceuta alrededor de 10.000 personas procedentes de Marruecos.

 

Dos días de mayo

La excepcionalidad de aquellos hechos despertó la curiosidad de la doctora en Antropología Social e investigadora del Instituto de Migraciones de la Universidad de Granada, Antonia Olmos Alcaraz. La profesora aprovechó el contexto de aquella crisis para analizar las lógicas de funcionamiento de los discursos racistas y antirracistas en redes sociales. Para ello, recurrió a un estudio de caso utilizando un mensaje publicado en la red social Twitter por el presidente de Vox, Santiago Abascal. La idea era la de determinar la reacción de los ciudadanos a un mensaje político de la naturaleza del emitido por Abascal y precisar en qué medida era rechazado o apoyado por los usuarios de las redes sociales.

Este manejo de las redes por fuerzas ideológicas situadas en los márgenes del sistema democrático ofreció un ejemplo reseñable durante la crisis migratoria que explotó en la ciudad el 17 y el 18 de mayo de 2021.

Con estos fines, la investigadora rastreó los mensajes publicados entre el 17 y el 30 de mayo en la cuenta oficial de Vox para elegir, finalmente, aquel que se consideró obtuvo mayor resonancia. Después, se reunieron todos los comentarios de los usuarios de Twitter que respondieron o interpelaron al mensaje elegido. Las conclusiones resultaron ilustrativas.

Concentración de protesta contra la presencia de Abascal en Ceuta celebrada en la Plaza de África (C.A./ARCHIVO)
Concentración de protesta contra la presencia de Abascal en Ceuta celebrada en la Plaza de África (C.A./ARCHIVO)

El mensaje de Abascal

El mensaje escogido, publicado el 17 de mayo, fueron unas palabras dirigidas por el líder del partido a sus simpatizantes: «Marruecos está invadiendo #Ceuta con miles de asaltantes por la inacción cobarde y criminal del Gobierno que ha rendido nuestra frontera sur. Exigimos el despliegue del ejército y la expulsión de los invasores. Mañana me desplazaré a Ceuta para apoyar a nuestros compatriotas».

«Las connotaciones racistas ─abiertamente explícitas─ son especialmente evidentes al nombrar e identificar a las personas migrantes que llegaban a la frontera en condiciones de extrema vulnerabilidad como “asaltantes” e “invasores”», valoraba Olmos Alcaraz. El tweet de Abascal consiguió 8.357 retweets y 21.186 me gusta.

Según reveló la investigación, el 57% de las respuestas a la publicación de Vox expresó su apoyo al contenido del mensaje de Abascal. Prácticamente la mitad (48,9%) de estos se limitaban a reproducir las ideas presentes en el tweet mientras que algunos más (51,03%) abundaban en ellas ampliando los argumentos racistas del texto.

Los primeros ayudaron a propiciar la expansión del mensaje, el «efecto de amplificación (racista)» del que habla la autora de la investigación, «concomitante a la comunicación en redes, que con gran facilidad permite clonar una y otra vez las mismas ideas como consecuencia del efecto “cámara de eco”». Los segundos, colaboraban con el fenómeno de la «normalización» de estas ideas excluyentes que convierte lo que una vez fue considerado «inaceptable» en «legítimo y razonable». «Estos postulados permiten explicar por qué se encuentran reacciones que fueron más allá de las propias declaraciones del político (con una diversidad importante de argumentos extra distintos y nuevos), algunos de contenido muy radical, que ahondan en la retórica racista de una forma que resulta cuando menos preocupante en una sociedad que se llama a sí misma democrática», escribe Olmos Alcaraz.

Frontera del Tarajal, vigilancia militar durante la crisis migratoria de mayo de 2021.
Vigilancia militar durante la crisis migratoria de mayo de 2021 (C.A.)

Los comentarios de apoyo

Un ejemplo de los comentarios meramente reiterativos incidía en la «culpa» del Gobierno y la «amenaza» que para la comunidad de españoles entraña Marruecos: «Esto es de suma gravedad... Muy muy grave... Este Gobierno es un puto traidor a España... Es evidente lo que pretende este Gobierno traidor e infame: entregar a Marruecos el Sur de España, Canarias, y Ceuta y Melilla... Estamos ciegos y sordos? ESTA SITUACIÓN ES INSOSTENIBLE».

En la segunda categoría, la de los mensajes que ampliaban los argumentos del original, cabían textos como los siguientes: « Un país no puede permitir ser invadido, sean o no supuestos refugiados» o «Todo mi apoyo a nuestros compatriotas en Ceuta!!! Que se tienen que aguantar la invasión de Marruecos, mientras Sánchez anda de paseo. Basta ya de ilegales!!! España se respeta».  Mensajes como estos, reflexiona la investigadora, contribuyen a presentar a los migrantes como «ilegales y falsos refugiados», lo que supone extender su «deshumanización y demonización»: «Con esta estrategia (demonización) se están añadiendo cualidades extremadamente negativas y perversas a las personas migrantes, al asumir que incumplen la ley de extranjería (“ilegales”) y los tratados internacionales en materia de movimientos migratorios (“falsos refugiados”) con intenciones de dañar al país de “acogida” y a sus habitantes».

El estudio revela que una cuarta parte de los tweets que ofrecían nuevos argumentos para reforzar el mensaje lanzado por Abascal abundaban en presentar las conductas de los migrantes como peligrosas o propias de delincuentes. Hubo quien alertó en su comentario de que las personas que entraron irregularmente en Ceuta en aquellos días habían dedicado su tiempo a delinquir («Están por toda la ciudad, robando y destrozando lo que pueden») e, incluso, quien aseguraba que habían sido enviados por Marruecos para cometer actos vandálicos en territorio español («No te enteras de nada, han abierto las cárceles para que vengan aquí a cometer fechorías»).

Otra de las estrategias argumentales utilizadas por quienes mostraron su apoyo al mensaje original fue la de presentar a los migrantes como una amenaza al sistema de bienestar de los españoles: «En 24h da vergüenza escucharlos. Por qué no se los llevan a sus casas? Esto es siempre lo mismo. No podemos seguir manteniendo a la inmigración ni a tanto cargo político. Lamento lo que están pasando en sus países pero este país ya no da más».

Mensajes como estos, reflexiona la investigadora, contribuyen a presentar a los migrantes como «ilegales y falsos refugiados», lo que supone extender su «deshumanización y demonización»:

No faltaron tampoco mensajes que reducían a la condición de animales a los migrantes al identificarlos como «alimañas» («Mucho mejor que la de este gobierno delincuente. En España tenemos un 15% de parados, 3M en ERTE, Inditex, BBVA, la Caixa y otras grandes empresas con ERES de miles de trabajadores, ¿cómo piensas alimentar a todas estas alimañas? ¿Los vas a acoger tú? ») ni argumentos islamófobos («Esto es lo que está pasando. De paso poco a poco cumplirán con su cometido de islamizar al resto del mundo. Y nos lo mereceremos por tontos») o justificadores del racismo («A ti te parecerá súper gracioso, pero esto, aunque no lo creas, beneficia y mucho a Vox, ya que, ante la ineficacia del gobierno, este tipo de inmigración está creando mucho rechazo en el pueblo español. Vas a ver quien se ríe en dos años...».

 

Mensajes contra el racismo

No todo fueron adhesiones al mensaje de Abascal. El estudio también analiza los más de 300 tweets que incluían censuras a los argumentos del político de extrema derecha. La investigación, sin embargo, distinguía entre estas dos categorías: los «no explícitamente antirracistas» y los «antirracistas», entendiendo estos últimos como aquellos que enfrentan y combaten de manera activa la discriminación y el racismo en los planos moral y político-institucional.

Pedro Sánchez y Fernando Grande Marlaska, durante su visita a Ceuta (CEDIDA) inmigración frontera
Pedro Sánchez y Fernando Grande Marlaska, durante su visita a Ceuta en plena crisis (CEDIDA)

Los primeros incluían ataques personales a la figura de Abascal («Aprovecha y haz la mili Santi» o «En la forma de hablar se ve tus antecedentes. Teníais que estar ilegalizados en un país democrático»);  los segundos, descalificaban el mensaje del líder de Vox apelando a argumentos concretos, con algunas referencias a las hipérboles y falsedades que se construyen en torno al fenómeno migratorio e intentos por ahondar en sus causas («España está en deuda con todos los pueblos que saqueó y robó. Puros ladrones, paguen lo que se robaron. Ratas»).

Los mensajes catalogados como «antirracistas» también incluían reflexiones en torno al respeto a los derechos humanos y a la solidaridad.

Con todo, la autora de la investigación lamenta que el número de comentarios contrarios al discurso «abiertamente racista» de Vox no represente «un porcentaje muy alentador».  «Lo esperable es que un discurso de este tipo suscitara en muy alto grado reacciones de rechazo y discrepancia, pero no fue así –critica la investigadora- Menos de la mitad de las réplicas fueron en esta línea y apenas un tercio de ellas podrían considerarse de carácter antirracista».

Olmos Alcaraz concluye que el discurso antirracista no fue, precisamente, el dominante.

La investigadora, sin embargo, pretende poner a salvo una esperanza: las redes sociales todavía pueden ejercer como vehículo de actitudes antirracistas capaces de doblegar los perjuicios racistas. «Y es ahí donde se puede insistir en las posibilidades aún por explorar de las redes y los espacios digitales ─como mínimo─ como soportes comunicacionales algo más diversos discursivamente que otros espacios; como catalizadores de la participación ciudadana en formas que aún están en construcción», afirma.

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