Los expertos creen que Ceuta tiene oportunidad de convertirse en destino turístico de incentivos

Se trata del denominado turismo MICE (eventos, incentivos, congresos), que aporta un valor extra por el mayor gasto que realizan este tipo de viajeros y por la desestacionalización que aportan dentro del sector turístico

 Carlos Abella, Karim Bulaix, Nicola Cecchi y Juan Ignacio Collado durante la presentación del informe este miércoles.
photo_camera Carlos Abella, Karim Bulaix, Nicola Cecchi y Juan Ignacio Collado durante la presentación del informe este miércoles.

Si el Consejero de Turismo, Comercio y Empleo de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Nicola Cecchi, dice que “Ceuta tiene atractivos” de sobra para captar turismo de incentivos, eventos y reuniones (MICE por sus siglas en inglés); o lo dice el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix: “Ceuta tiene características maravillosas para convertirse en un destino premium en MICE”, seguramente alguien en la sala arqueará una ceja y pensará que les ha entrado un ataque de ceutismo, pero lo cierto es que profesionales del sector, empresas de peso dedicadas a montar este tipo de viajes y vendérselos a las empresas, se lo han creado y están dispuestas a apostar ya, en el medio y corto plazo por traer a Ceuta a grupos de estos turistas ultra beneficiosos.

“Ceuta es apuesta ganadora. Hay que trabajar, pero puede aportar mucho valor”, Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo, la asociación decana y que más fuerza tiene del sector en España. “Ceuta es una palanca para esto (…) Si yo fuera una compañía, y hago habitualmente viajes, buscaría alternativas novedosas para mis empleados para buscar la diferenciación. Un destino no tan madura (el caso de Ceuta) como otros es una clara oportunidad para posicionarse. La oportunidad es clara. Estamos ávidos de entonar nuevas cosas que ofrecer a nuestros clientes y nuevos destinos”, Juan Ignacio Collado, presidente de IdeMICE (asociación de las agencias de viajes especializadas en vender este tipo de destinos y productos, agrupa a las 41 empresas más importantes del sector).

Todos ellos han dicho esto y mucho más este miércoles durante la presentación del informe que ha elaborado ObservaTur para profundizar en la situación del sector en el país y arrojar datos que sirvan de información real sobre cómo están las cosas. Y las cosas pintan muy bien. Y en ese informe, que entre otros ha patrocinado la Cámara de Comercio de Ceuta, se señala abiertamente a Ceuta como “una apuesta de futuro”. Lo hace además sin caer en la habitual propaganda cateta del que paga manda, contextualizando esta apuesta dentro de un marco nacional e internacional. Sin pompa, pero tal vez por eso más real.

Ceuta no está sola, alrededor crece la competencia de otras ciudades que también se señalan en el informe y que ya están apostando con fuerza por captar estos turistas: Gijón, Valladolid, Cuenca, Santander, A Coruña o Madrid.

“El caso de la ciudad autónoma de Ceuta es paradigmático. Su Cámara de Comercio ha firmado un protocolo de trabajo con iDEMICE por el cual ambas entidades van a colaborar de forma conjunta para llevar a cabo acciones y eventos, a la vez que se trabaja de forma paralela en el desarrollo de los recursos humanos y la incorporación de nuevos talentos al sector. Gracias a este convenio, la ciudad participa en este proyecto de investigación sobre el turismo MICE que pretende analizar y cuantificar el impacto de este turismo en territorios de pequeño tamaño”, recoge el informe en una de sus páginas.

Y esa es otra de las oportunidades que está buscando explorar la Cámara. “Nos podemos posicionar como ciudad laboratorio. Aquí todas las medidas tienen un testeo muy fácil de medir y es un punto estratégico para la Asociación iDEMICE”, ha explicado Bulaix.

El informe arroja datos de magnitudes económicas, abundantes y de fuentes muy variadas, para concluir que este tipo de turismo es especialmente rentable y tiene un enorme potencial de crecimiento en los próximos años.

Algunos datos los han disparado durante la presentación del informe, por los 147 euros al día que gasta un turista tradicional, uno de eventos y viajes de incentivos lo dispara hasta los 400 euros diarios. Este subsector turístico se espera que crezca a un ritmo sostenido hasta 2031 del 5,5 por ciento anual.

Uno de cada 3 turistas de incentivos y eventos acaba prolongando su estancia durante más días y otro importante porcentaje acaba por regresar con familiares y amigos para que ellos puedan vivir lo mismo que ya vivió él. Es cuestión de agradar.

El potencial del subsector en el país se mide en miles de millones de euros y en el mundo en billones. Sus cifras van al alza, tanto que muchas ciudades están claramente volcadas en captar esto, que Iberia ha creado una división específica, dado que los viajes de negocios le generan el 70 por ciento de sus ganancias con el 12 por ciento de las plazas. Renfe ha creado un paquete exclusivo para estos viajes y Meliá una división Pro, dedicada a captar estas estancias.

Y todo es más bien, a pesar de ello, un páramo, donde quizás aún es fácil posicionarse y captar tráfico. “Además tiene la característica de que no es estacional. No nos afecta cuando Ceuta está llena, que suele llenarse los fines de semana o en épocas de verano. Aprovechando toda esa coyuntura y todas esas características hemos planteado a Turismo y a la Asociación el ir avanzando de manera firme y clara sobre este proyecto porque creemos que tiene posibilidades de éxito, no sólo a futuro, también en el corto y medio plazo”, ha explicado Bulaix.

En corto plazo se esperan ya congresos de este tipo que ya han vendido algunas de las principales empresas del sector que trabajan con empresas, abundan aquí las marcas de automoción, farmacéuticas, médicos o aseguradoras, que trabajan con incentivos de este tipo.

“Debemos aprovechar la ocasión”, ha insistido Bulaix.

El sector espera pasar de haber movido en 2023 11.000 millones a 13.000 el año que viene en España, según ha apuntado Nicola Cecchi.

El consejero lo ha explicado desde otro punto de vista más global de su área. “Ceuta se está posesionando para sustituir el turismo que teníamos proceden de Marruecos por un turismo muy deportivo”, ha arrancado.

Ceuta antes gozaba de esa rara avis en el sector que es el turismo de compra. El cierre fronterizo y la falta, aún, de claridad en el régimen de viajeros han capado eso. La apuesta por el turismo deportivo funciona. Según Cecchi, los datos hoy de viajeros son ya como antes de la pandemia, en algunas épocas incluso superiores. Pero en rentabilidad no se puede competir con lo que venía a través del Tarajal directa y casi exclusivamente a comprar y gastar en la ciudad.

“Necesitamos diversificar”, ha lanzado Cecchi. Y ahí es donde el turismo de eventos, incentivos y congresos puede suponer la diferencia. “Atrae a grupos de viajeros que suelen gastar más en promedio que los turistas de ocio o deportivos. Buscamos ahora eso”, ha explicado Cecchi. La apuesta es clara y se espera que contribuya a generar empleo, retener talento y hacer con calidad, para eso Cecchi no ha dejado pasar la oportunidad de volver a reclamar la derogación del Real Decreto que se llevó por delante las bonificaciones a la Seguridad Social y la vuelta al escenario de antes del pasado 1 de septiembre.

España es una potencia mundial del turismo, bien considerada por su calidad además. Y los principales empresarios del sector y en concreto, de este subsector, están dispuestos a usar Ceuta como palanca de este tipo de viajes y como observatorio de qué cosas pueden funcionar. Hay una oportunidad, pero hace falta trabajar, mejorar infraestructuras, mejorar servicios y ampliar oferta. Si un turista tradicional usa de media 3 servicios turísticos, uno MICE necesita 7.

La economía se dinamiza y se nutre porque entre otras cosas las empresas que organizan este tipo de eventos suelen ser grandes compañías que requieren en sus compras de servicios, también en estos viajes, experiencias que sean respetuosas y sostenibles.

Y si llegan este tipo de viajeros, se espera además que ellos mismos sean prescriptores y contribuyan a mejorar la imagen de Ceuta como destino turístico. Es algo que los estudios avalan que sucede. Ahora la pregunta es si esto empieza a suceder si las instituciones que tienen que contribuir con sus acciones y políticas a dar facilidades tendrán la misma fe que los principales operadores del subsector turístico en boga o dejarán pasar otro tren.

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