Hamed Abdel-Lah Ali, licenciado en Lengua y Literatura, miembro del Instituto de Estudios Ceutíes y traductor para distintos organismos oficiales, de manera desinteresada y altruista implicados en la lucha contra la violencia de género.
Esta es la carta de presentación de uno de los galardonados con la Medalla de la Autonomía. Un reconocimiento que se concede tras las propuestas de los grupo parlamentarios de la Asamblea de la Ciudad y que han de ser ratificadas en sesión plenaria.
La Asamblea acordó conceder la Medalla de la Autonomía a las cuatro comunidades de Ceuta, al sindicalista Eloy Verdugo, al deportista Mariano Catarecha y al profesor Ahmed Abdel-Lah así como la AD Ceuta, la única propuesta que recibió el voto favorable de los todos grupos.
Hamed Abdel-Lah recibirá este sábado la distinción tras ser propuesto por Ceuta Ya!.
Para este hombre, tímido y modesto donde los haya, el galardón que va a recibir le provoca «sorpresa y alegría» sin esconder que es una situación que le «supera». «Hay mucha gente que se lo merece antes que mi persona» asegura, Abdel-Lah con una sinceridad que trasciende más allá de las palabras.
Hamed Abdel-Lah, profesor de Lengua y Literatura que, desde el curso pasado, ejerce en el IES Clara Campoamor, refleja a la perfección esa máxima de querer es poder. Hijo de una familia humilde con 10 hermanos, sus padres decidieron que ya que era el único de sus hijos que «valía para estudiar» le enviaron a Marruecos, donde se formó para hoy ser un docente querido por sus alumnos y respetado por sus compañeros de profesión y que atesara grandes cualidades pero que prefiere que sean otros quienes refieran las mismas.
Persona muy concienciada en la lucha con la violencia de género, y en ayudar a quien lo necesita, ha colaborado con diferentes instituciones como traductor para mujeres marroquíes. «Cuando veo que alguien necesita algo, le ayudo o simplemente, le animo» sin importar «quien sea o de donde sea». Esa cualidad, la de ayuda al prójimo, es la única «medalla» que Hamed Abdel-Lah se quiere «colgar».
A título personal lo único que resalta de sí mismo es que cuando trabaja lo hace «de corazón y al hacerlo de corazón, me entrego totalmente a las personas necesitadas cuando hace falta», apunta Abdel-Lah Ali.
La medalla de la autonomía no es el primer reconocimiento que Hamed Abdel-Lah recibe. Ya se le otorgó el premio de la lucha contra la violencia de género, en 2013, por colaborar con el Centro Asesor de la Mujer como traductor para mujeres en situación de vulnerabilidad.
