"Al perro flaco todo se le vuelven pulgas", esto se dice cuando una persona o colectivo sufre problema tras problema.
El cuarto de luces que alberga los contadores que reparten la electricidad a las volaeras, instaladas en la explanada de Juan XXIII han sufrido un incendio y no cuentan con suministro eléctrico para alimentar los congeladores.
Después de la tardanza en el montaje, con un mes de atraso por causas ajenas a los maestros, el precio del pescado y la escasos del mismo y la "competencia" de volaeras fuera del control de las autoridades, los secaderos oficiales de la explanada del Chorrillo se encuentran con este contratiempo. No se trata de tener iluminación en los secaderos, esta situación provoca la paralización de la actividad.
¿El motivo? Los maestros salazoneros si algo cuidan son las normas sanitarias, el pescado que adquieren es congelado para luchar contra el anisakis, la seguridad sanitaria es primordial para los maestros y al no tener suministro eléctrico sus congeladores no funcionan y eso conlleva parar la producción de pescado seco.
Esperamos que las autoridades encuentren una solución a este problema, ya que demorar la solución conllevará al cierre de los secaderos....
Buscar una toma de corriente provisional mientras se soluciona la avería, la instalación de un grupo electrógeno, pudieran ser una de esas soluciones.
