La Manzana del Revellín, una inversión de 55 millones de euros entre filtraciones y humedades

La joya de la corona de Ceuta, pero el paso del tiempo ha dejado su huella en este emblemático edificio, que ahora muestra signos evidentes de deterioro

La Manzana del Revellín
photo_camera Los muros presentan este aspecto tras el paso de la borrasca 'Nelson' (C.A.)

Después de 13 años, los que lleva inaugurado el Teatro Auditorio del Revellín, los ojos de los ceutíes ya se han acostumbrado a los muros blancos y ciegos de un 'mamotreto' blanco que rompe con la estética del centro de la Ceuta.

También han quedado en el olvido los más de 55 millones de euros que costó la construcción de 'La Manzana del Revellín', que triplicó el precio inicial, con unas obras se demoraron más de tres años. Una construcción que se resiste a tener más vida que la que le da una Consejería, el Conservatorio, una asociación vecinal más que privilegiada y alguna franquicia, con mejor o peor suerte.

La Manzana del Revellín
Las filtraciones en los muros y cubiertas del edificio son evidentes (C.A.)

Lo que es evidente, sólo hay que darse un paseo por la plaza Nelson Mandela, es el notable deterioro de la fachada, muros y cubiertas del edificio. De hecho, durante la noche de la celebración del COAC, el acceso lateral a los camerinos se hubo de cerrar por la caída de cascotes de las cornisas de la cubierta del teatro.

El paso de la borrasca 'Nelson' -paradojas del destino- ha destapado más problemas en la construcción de Álvaro Siza. Filtraciones, humedades o moho que deslucen uno de los buques insignia de los sucesivos ejecutivos de Vivas desde que en el pasado siglo, en 1997, se comenzará a barruntar la idea de la construcción de 'La Manzana del Revellín' durante el gobierno del GIL –que un insigne comunicador de Ceuta, ya fallecido, denominó en antena como “la manzana del pelotín'–.

La historia de ‘La Manzana del Revellín’ se remonta a 1997, cuando la Asamblea aprobó la construcción de un complejo cultural en la parcela del antiguo Cuartel del Revellín, cedida por el Ministerio de Defensa. El proyecto fue encargado al arquitecto Álvaro Siza. Sin embargo, con la llegada del GIL al poder en 1999, la parcela fue vendida a una empresa privada que pretendía construir un centro comercial en el lugar. Esta decisión fue fuertemente criticada por los partidos de la oposición y considerada un "pelotazo urbanístico".

La Manzana del Revellín
La Manzana del Revellín

A pesar de la oposición y los informes técnicos y jurídicos en contra, el GIL intentó modificar el uso de la parcela de equipamiento cultural y espacio público a cultural y comercial. Ante la negativa de Fomento a aprobar la operación, el GIL decidió vender la parcela, que era propiedad de la Ciudad y estaba situada en el centro, para obtener dinero para las arcas municipales.

En julio de 2000, la parcela fue puesta a subasta y adquirida por la empresa Manzana del Rebellín, SL. Como parte de la operación, se acordó una indemnización para el concesionario de la construcción y explotación de las plazas de garaje de la Manzana del Revellín, adjudicadas en 1989. La cantidad de la indemnización, que coincidía exactamente con la consignada en una propuesta de presidencia previa, fue considerada sospechosa. La empresa propietaria de los derechos en 1999 era Construcciones y Contratas del Sur SL. En julio de 2000, los responsables de la empresa que gestionaba el servicio de aparcamientos subterráneos en la Manzana del Revellín renunciaron al contrato y aceptaron una indemnización de 4.717.524 euros. Los comparecientes eran dos Consejeros Delegados de la empresa Manzana del Rebellín SL, y no los propietarios de Construcciones y Contratas del Sur SL.

La Manzana del Revellín
Humedades y pintadas en los accesos al parking del Revellín (C.A.)

La parcela fue subastada por más de nueve millones de euros, de los cuales casi cinco eran para la propia empresa en concepto de indemnización. A pesar de que las transmisiones de concesiones administrativas son competencia del Pleno, el Presidente de la Ciudad decidió transmitir la concesión a la empresa Manzana del Rebellín SL.

Posteriormente, se aprobó el pliego de condiciones para la subasta pública del solar, que incluía la ejecución de varias obras y la cesión de 30 plazas de aparcamiento subterráneo. La única propuesta presentada fue la de la empresa Manzana del Rebellín SL.

La Manzana del Revellín
Los muros del complejo de Álvaro Siza tienen 'vida propia' (C.A.)

El PSPC denunció la venta del solar público como un "pelotazo", pero no logró nada ya que sólo el legítimo dueño puede denunciar los delitos patrimoniales. A finales de 2000, durante las negociaciones para desbancar al GIL, se prometió que se reestablecería la legalidad sobre la subasta de la parcela, pero esto nunca ocurrió. Simarro, que estaba negociando con el Partido Popular, exigía que no se tocaran el tema de la Manzana del Revellín y el contrato de Urbaser.

Después, llegó la inauguración, un 24 de febrero de 2011, con concierto benéfico que supuso la puesta de largo de este equipamiento cultural.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad