La Ciudad y la Delegación del Gobierno ocupan en Ceuta dos edificios emblemáticos. Ubicados, respectivamente, en la Gran Vía y la Plaza de los Reyes, estos inmuebles albergan a hombres y mujeres, responsables políticos y empleados públicos, que desempeñan en ellos su labor cotidiana. Pero, ¿cuántos hombres y mujeres?
La socialista Cristina Pérez era designada el pasado diciembre nueva delegada del Gobierno en la ciudad. Pérez se convirtió en la tercera mujer en ocupar el cargo desde que la también socialista Carmen Cerdeira lo hiciera entre 1994 y 1996.
La designación de la nueva delegada rompió, sin embargo, otro equilibrio. En el momento de su nombramiento, Pérez era diputada a la Asamblea, escaño al que hubo de renunciar para asumir su nueva responsabilidad. Su salida de la corporación municipal, y su sustitución en el pleno por su compañero de partido Melchor León, supuso una mengua en la representación de las mujeres en la institución, que en la actualidad ha quedado fijada en once sobre veinticinco.
La Asamblea de Ceuta está lejos de estar entre los parlamentos autonómicos con mayor presencia de mujeres: de un total de 25 miembros solo 11 son diputadas. Según revela un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el plenario ceutí se sitúa en una zona media baja, a gran distancia del 56% del parlamento gallego o del 52,5% del valenciano.
Esta masculinización de la Asamblea también alcanza a los empleados públicos. Según los datos de la última actualización del «Boletín estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas», el número de hombres al servicio de todas las administraciones públicas en Ceuta casi duplica al de mujeres: 6.628 frente a 3.319.
En conjunto, la Ciudad y la Administración del Estado ocupan a 9.947 personas, esto es, una cifra cercana al 12% de la población, lo que da idea del enorme peso del empleo público en Ceuta.
La Ciudad da trabajo a 1.583 personas, de las cuales solo 572 son mujeres, es decir, el 36,1%. La proporción de mujeres al servicio de la Administración del Estado no es muy diferente: de sus 8.364 trabajadores, apenas el 32,8% son mujeres.
