El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha vuelto a recorrer, como cada 9 de febrero, la breve distancia que separa el Palacio de la Asamblea de la iglesia de Nuestra Señora de África. Vivas ha cumplido esta tarde con la tradición de renovar el llamado «voto de gracias a la patrona de la ciudad.
En su intervención, Vivas ha vuelto a recordar los momentos más duros que ha vivido la ciudad en los últimos años. El presidente ha celebrado la «entereza» con la que los ceutíes vivieron los peores momentos de las crisis sanitaria y migratoria que se han visto obligados a soportar en el transcurso de los últimos meses. «Ceuta sigue en pie con la firme determinación de salir reforzada de tan duro trance, de construir, juntos y unidos, un porvenir de seguridad, estabilidad, prosperidad, cohesión social y concordia para nuestra tierra», ha sentenciado Vivas.
El presidente ha mostrado durante la ceremonia su expreso compromiso de defender la irrenunciable españolidad de nuestra tierra», de cultivar la «rectitud, la honestidad y la decencia», de atender a los más vulnerables y de hacer valer la convivencia y la fraternidad «entre todos los ceutíes, cualquiera que sea su credo, origen o raza».
El acto ha contado también con la presencia del delegado del Gobierno, Rafael García, y del comandante general, Marcos Llago.
La tradición del «voto de gracias» la inició en 1651 el conde de Torres Vedrás y fue renovada por el Marqués de Campo Fuerte en 1743, el Ayuntamiento de Ceuta en 1937 y, a partir de 1996, la Asamblea de la Ciudad, «en reconocimiento a los favores recibidos de la Divina Providencia, por la intercesión de su Santísima Madre», venerada con el título de Nuestra Señora de África.
