La Navidad en tu ciudad, al igual que en muchas partes del mundo, sabe a lo que nosotros queramos. Porque no sólo el gusto nos proporciona sabor, hay sensaciones que nacen y por el simple hecho de nacer y de abrirse paso en este mundo, ya lo hacen en un contexto en el que, con seguridad, hay algún que otro olor de fondo, o un sabor pendiente de saborear.
Seguir leyendo en Qdocio