Según los datos que desvela el primer informe preliminar de la autopsia de Álvaro Prieto, la muerte del joven parece haberse producido de forma accidental por una fuerte descarga eléctrica la misma mañana de su desaparición.
"Fuentes de la investigación precisan que las extremidades del joven estaban electrocutadas y que tenía lesiones derivadas de la misma en el cuero cabelludo", revela el diario El País.
Renfe ha emitido un comunicado explicando que el tren donde apareció el joven lleva inoperativo desde agosto, y que esa mañana salió a hacer "unas maniobras sin pasajeros". Dicho tren estaba parado a solo 200 metros de donde, la noche anterior, la UME buscó durante horas al chico.
Al parecer, ahora se ha sabido que las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana a la estación de Sevilla Santa Justa pudieron grabar a Álvaro subiéndose al convoy, andando por el techo y agarrándose a la catenaria, hecho que hizo que recibiera la fatal descarga eléctrica y cayese entre los dos vagones donde, cuatro días después, sería encontrado.
