El buque Juan Sebastián Elcano celebra su 90 aniversario

Con motivo del aniversario del buque, el próximo 12 de marzo afrontará un crucero de instrucción tal y como se ha ido haciendo estos años atrás. Al igual que en otras ocasiones, se espera poder volver a dar la vuelta al mundo tal y como hizo Sebastián Elcano en 1522.

El Cano
photo_camera Elcano cruzando el Atlántico/ E.D.

Estrella Digital

Hace 90 años, el 5 de marzo de 1927 una botella se estrelló contra el casco de un enorme velero de cuatro mástiles. Desde el mascarón de proa, la diosa Minerva observaba atenta la botadura del Juan Sebastián Elcano que daba la bienvenida al nuevo buque de la escuela de la Marina. 

Este barco lleva formando parte del mar desde entonces y representa a la nación en los puertos extranjeros, un alto cometido amadrinado en el arsenal militar de Cádiz por Carmen Primo de Rivera ante la presencia del ministro de Marina, Honorio Moreno Carvajal y del primer comandante del buque, el capitán de fragata Manuel de Mendívil. 

Para celebrar este acontecimiento, el próximo 12 de marzo el buque escuela de la marina afrontará un nuevo crucero de instrucción tal y como viene haciendo todos los años. El decano de los buques escuela suele realizar un viaje, en ocasiones dos, y casi siempre fuera de España. Una gran mayoría de estos viajes consiste, normalmente, en dar una vuelta al mundo tal y como realizó Sebastián Elcano en 1522, personaje histórico por el que lleva el nombre. 

El nuevo crucero será el número 89 al que le preceden dos millones de millas náuticas navegadas por todos los mares del mundo y con recaladas en más de 70 países. Al mando del capitán de navío Victoriano Gilabert Agote, el velero llevará a bordo a 76 guardiamarinas de la 419 promoción del Cuerpo General, 149 de Infantería de Marina y 92 de intendencia en una travesía que se iniciará dentro de una semana en Cádiz y recalará el día 18 en Santa Cruz de Tenerife.

El bergantín-goleta de la Armada partirá tres días después a Santo Domingo y, desde allí, irá a Nueva York, para después volver a cruzar a una velocidad de hasta 11 nudos el Atlántico rumbo a la ciudad pontevedresa de Marín, sede de la Escuela Naval Militar. Desde allí navegará hasta Dublín, Del Helder y Amberes hasta que llegue a Cádiz el 21 de julio, cerrando así el recorrido. Sus 94,1 metros de eslora y 13,15 de manga, con el aparejo cuchillo y el trinquete cruzado y las 20 velas de más de tres mil metros de superficie que le han permitido cruzar el Atlántico sin propulsión adicional en siete ocasiones y registrar en 1991 una velocidad máxima de 17 nudos.

Años antes, el 15 de enero de 1955, el buque escuela registró otro de sus récords: una escora de 48 grados mientras realizaba uno de los cruceros. Para poder afrontar situaciones como ésta, los guardiamarinas participarán durante la instrucción en todas las maniobras, como ya hicieron en su momento el entonces Rey Juan Carlos y el príncipe Felipe. 

A todos los integrantes del Cuerpo General e Infantería de Marina les aguardan horas a bordo con más de doscientas personas en un buque que, además de temporales, ha sabido huido de adversidades políticas -no pudo zarpar durante la Guerra Civil-, el paso de los años, las numerosas obras a las que se ha sometido y adaptarse a los nuevos tiempos para alcanzar, nueve décadas después de su botadura, una vida útil todavía por delimitar.

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