Ceuta, una ciudad rodeada por el mar, es testigo cada año del paso de cientos de tortugas marinas. Estos animales, en ocasiones heridos o en peligro, encuentran en los voluntarios del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) un refugio seguro y manos amigas dispuestas a ayudar. El amor por los animales y el mar es el motor que impulsa a este grupo de voluntarios a trabajar desinteresadamente en la conservación de estas especies.
En un reciente desarrollo, el CECAM se encuentra en la fase de preparación para el traslado de una tortuga en particular. Manu Vera, representante del centro, ha compartido detalles sobre este caso: "Estamos coordinando el traslado de una tortuga a la Península, específicamente a un centro en Lillo, cerca de Madrid. Allí, la tortuga recibirá atención especializada para reparar su caparazón y se beneficiará de instalaciones adecuadas para su recuperación". La autorización para este traslado ya ha sido concedida por el Ministerio, marcando un paso crucial en el proceso de salvamento del animal.
El destino de la tortuga no es otro que un centro de recuperación en Lillo, gestionado por el mismo propietario del centro de rescate y zoológico en Castellar de la Frontera. Este traslado no solo representa una esperanza para la tortuga herida, sino también una oportunidad para estrenar las nuevas instalaciones de recuperación en Lillo. Además, el centro en Lillo ha expresado su compromiso de cubrir los gastos del traslado y la reparación del caparazón de la tortuga.
Este acto de solidaridad y cooperación entre CECAM y el centro de Lillo resalta la importancia de la colaboración interinstitucional en la conservación de la vida marina. Además, desde CECAM se ha querido destacar el creciente interés de otros centros en colaborar con ellos, lo que refleja una red de apoyo cada vez más amplia para la protección de las especies marinas.
La historia de esta tortuga no es solo un caso aislado, sino un ejemplo del impacto positivo que puede tener la colaboración entre diferentes organizaciones dedicadas a la conservación. Mientras la tortuga se prepara para su viaje a Madrid, su historia se convierte en un símbolo de esperanza y un recordatorio de la importancia de cuidar nuestros ecosistemas marinos.
