Un nuevo estudio de China sugirió a los investigadores que las personas que disfrutaban de las comidas picantes eran las que solían consumir menos sal y tenían una presión arterial más baja que aquellos que disfrutaban menos de las comidas picantes.
Y el vínculo entre los alimentos picantes y salados podría rastrearse hasta el cerebro. El disfrute de los alimentos picantes redujo significativamente la preferencia de una persona por la sal y su posterior consumo al modificar el gusto de esa persona por la sal en el cerebro, según lo señaló el autor principal del estudio, el doctor Zhiming Zhu, profesor de medicina cardiovascular de la Tercera Universidad Médica Militar de Chongqing, China.
Los hallazgos, que se publicaron el 31 de octubre en la revista Hypertension, podrían tener implicaciones importantes para la salud cardíaca. Eso es porque, a pesar de que los esfuerzos actuales para reducir la presión arterial alta han hecho que la gente reduzca la cantidad de sal en la cocina, en la mesa y en los alimentos preparados, no se ha reducido mucho el consumo de sal en las personas, dijeron los investigadores. Es por eso que puede ser necesario un enfoque nuevo, o diferente, para alejar las papilas gustativas de la sal.
Fuente: Mundiario
