Los miembros del Comité Federal han votado (en secreto) que realizarán las votaciones de manera secreta, algo que nunca ha ocurrido en un cónclave de este tipo. La reunión, que se está alargando desde las 9 de la mañana mientras periodistas y militantes aguardan en la puerta de la sede del PSOE, ha decidido primero esta forma de votación y, a continuación, se votará sobre la celebración de un Congreso, según ha podido saber Estrella Digital.
Tras varias horas de parálisis y de reuniones de los miembros de la Mesa, presidida por Verónica Pérez, afín a Susana Díaz, los representantes socialistas en este órgano se disponen a decidir con votos varias medidas que han tenido enfrentados a partidarios y detractores de Sánchez.
Para tratar de romper el bloqueo, el hasta ahora secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, había propuesto volver a integrarse en el órgano a los 17 miembros de la Ejecutiva que dimitieron este miércoles, que han rechazado de plano la propuesta. El ofrecimiento incluía además el aplazamiento del Comité Federal a la próxima semana para romper el bloqueo que se mantiene en Ferraz desde primer hora de la mañana.
A las 16.00 horas se volvió a tomar un receso de la reunión, en la que se han solicitado 150 turnos de palabra y se han debatido debaten los asuntos que se votarán en el Comité Federal. Algunas fuentes apuntan a que Susana Díaz ha pedido "calma" y que se reúna la Comisión de Ética y Garantías para que se vote la constitución de una gestora.
Hasta el momento, se ha constituido la Mesa y se ha cerrado el censo del Comité Federal, que queda constituido por 253 integrantes, entre los que se encuentran los miembros de la Ejecutiva de Pedro Sánchez que no han dimitido. Este ha sido precisamente uno de los puntos de desencuentro que ha provocado la dilatación de las conversaciones, en las que se ha llegado a contemplar que también los dimisionarios pudieran votar, aunque finalmente se ha rechazado, según ha podido saber Estrella Digital.
Los críticos con Sánchez defendían que los miembros de la Ejecutiva de Pedro Sánchez que no han dimitido no pueden hacerlo dado que ese órgano está "disuelto" y por tanto esos 18 integrantes no están legitimados para votar.
Otro de los escollos, en este caso no resuelto, es la forma de votación. Los partidarios de Sánchez defienden que la votación sea secreta y no a mano alzada, como suele ser habitual Se trata de una baza muy importante para Sánchez, dado que muchos de los delegados de las federaciones críticas son partidarios de la actual Ejecutiva. "Los críticos quieren votación a mano alzada porque saben que es la única manera de controlar sus delegados", indican fuentes próximas a Sánchez.
Además, otro de los motivos del retraso es concretar sobre qué asuntos se van a tratar en la reunión. La confusión es total en Ferraz, donde se siguen haciendo cuentas para conocer los apoyos con los que cuenta cada uno de los sectores.
Sin embargo, los partidarios de la actual Ejecutiva insisten en que el pulso se mantiene porque las cuentas no están claras, si así fuera, explican, no se habrían producido los acontecimientos de esta semana para forzar a Sánchez a dimitir. "Podrían haberse esperado al Comité Federal, como estamos haciendo ahora", explican a este periódico.
