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El Congreso destinó 25 millones a facilitar el trabajo a diputados sin actividad

La Cámara baja presupuestó 7,5 millones de euros en asesores, 9,7 millones en indemnizaciones y 7,6 millones en transportes para facilitar el trabajo a sus señorías durante un año paralizado por la celebración de elecciones y complicadas negociaciones políticas para formar gobierno. 

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photo_camera Congreso de los Diputados/ Estrella Digital

Estrella Digital

Un año de Gobierno en funciones, con una disolución de las Cortes de por medio y con una escasa actividad y aún más baja productividad, el Congreso de los Diputados ha contado con un 1,51% de presupuesto más que en 2015, cuando sus señorías ejercían la actividad parlamentaria a pleno rendimiento. De hecho, el problema no es que el erario público haya gastado 13.647.340 euros en los sueldos base de los diputados durante un año en el que la Cámara baja ha estado más parada que en funcionamiento. Sino que además ha gastado 25 millones de euros más en ayudas a sus señorías para el ejercicio de sus funciones durante un año de trabajo inexistente.

Mientras cualquier español trabaja en torno a 220 días al año, los diputados trabajaron en 2016 en torno a 70 días interrumpidos por unas elecciones generales y unas eternas negociaciones políticas para formar gobierno. Sin embargo, no sólo sus sueldos no se han visto afectados por estos eternos parones en las actividad parlamentaria, sino que el presupuesto destinado a hacerle más cómodo el trabajo a sus señorías tampoco. En septiembre de 2016, tras la investidura fallida de Rajoy, más de 80.000 ciudadanos firmaron una petición en Change.org que pedía retirar el sueldo a los diputados hasta que no fueran capaces de elegir al nuevo presidente del Gobierno.

Y el Congreso no sólo ha hecho oídos sordos a esta petición, sino que ha vuelto a destinar 7,5 millones de euros al pago de las nóminas de los 250 asesores con los que cuentan los diputados para ayudarles en el ejercicio de su actividad, 9,7 millones de euros a las llamadas “indemnizaciones por ejercicio de la función de los diputados”, y por el momento ya ha gastado 2,6 millones de euros en los desplazamientos de sus señorías durante un año en el que apenas han tenido trabajo.

Eso sí, aún está pendiente de publicación el gasto de los desplazamientos que se han producido durante el último trimestre de 2016, que supuestamente tendría que ser superior a los de los anteriores trimestres puesto que la actividad parlamentaria retomó a su normalidad el 31 de octubre, cuando Rajoy logró ser investido con la abstención del PSOE. Así como también queda por conocer el gasto del último año en Radio Taxi, vehículos de alquiler del Parque Móvil y tarjetas de aparcamiento de AENA. Un gasto que en 2015 ascendió a poco más de un millón de euros.

El Congreso presupuestó para 2016 un gasto de 7,6 millones para transporte, pero es posible que el gasto real haya sido menor. No obstante, la modificación presupuestaria aún no ha sido incluida en estas últimas cuentas, por lo que aún no se puede confirmar nada a este respecto. Modificaciones que con toda probabilidad no se producirán ni en las nóminas de los asesores (una media de 30.000 euros brutos anuales a 250 personas), ni en las llamadas indemnizaciones a los diputados. Dos importantes gastos a cargo del erario público que supuestamente han ido destinados a facilitar el trabajo a sus señorías durante un año de actividad prácticamente inexistente.

Si finalmente se incluyen modificaciones presupuestarias al ejercicio de 2016 también habrá que estar pendiente de tres gastos más. Sus señorías contaron con un presupuesto de 1,3 millones de euros para “reuniones, conferencias y cursos”, medio millón de euros para diversas dietas y otro millón de euro en kilometraje. Gastos que también suelen ir asociados a la actividad parlamentaria existente y que de acuerdo al registro del año pasado, con diez meses de parón político, debería de ser también inferior al de años anteriores.

Las largas vacaciones de los diputados

Aunque 2017 tampoco ha empezado especialmente activo para sus señorías. Tras el pasado año inactivo, los diputados han contado con un mes y medio de vacaciones por Navidad, según acordó la Mesa del Congreso de los Diputados el pasado 27 de diciembre. Así pues, el próximo periodo de sesiones comenzará el 31 de enero, y los primeros plenos se celebrarán el 1 y el 2 de febrero, algo inusual teniendo en cuenta que en las primeras semanas de cada mes no suelen convocarse sesiones plenarias. No obstante, el PP, que tiene previsto celebrar su congreso nacional el 10, 11 y 12 de febrero, al igual que Podemos, pidió que se dejara libre la segunda semana de ese mes.

De esta manera, a los diputados se les hará más corto hasta las próximas vacaciones importantes, que serán en Semana Santa. Según su calendario de sesiones plenarias, volverán a contar con 18 días de vacaciones entre el 7 y el 24 de abril.