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El Congreso opta por la sedación frente a la eutanasia

Las dudas socialistas permitieron que el Congreso rechazara la eutanasia la pasada semana. Hoy se aprueba la estrategia de sedación, impulsada por Ciudadanos y aceptada con matices por el Partido Popular. Todas las fuerzas políticas acaban aceptando las tesis de Ciudadanos. 

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photo_camera El Congreso opta por la sedación frente a la eutanasia/ Estrella Digital

Estrella Digital/Domingo Labrador

Los cuidados paliativos, la dignidad de los pacientes al final de su vida, el derecho a rechazar tratamientos y a ser aliviados se habían sumado en proyectos legislativos del PSOE y de Ciudadanos que pretenden que no haya dudas ni diferencias en las Comunidades Autónomas. Por su parte, Unidos Podemos presentó la pasada semana una propuesta para la despenalización de la eutanasia.

Antes, Junts pel Sí, el PSC, Catalunya Sí que es Pot y la CUP habían registrado una proposición similar a la de Podemos, para defender en el Congreso de los Diputados la reforma del Código Penal para despenalizar la eutanasia.

La necesidad de dar una respuesta legal a miles de personas que, aquejados de una enfermedad terminal o un sufrimiento insoportable, no quieren seguir viviendo una vida que consideran que carece de sentido, es una reflexión largamente postergada en la legislación española. La oposición de Partido Popular y Ciudadanos y las dudas socialistas han impedido el paso de esta despenalización.

 

Cuidados paliativos frente a eutanasia

El Congreso ha impuesto la estrategia de Ciudadanos basada en la sedación. La formación de Albert Rivera ha impuesto una ley sanitaria que garantiza la sedación paliativa, arrinconando como mera filosofía las posibilidades de eutanasia. Con el principio de que la gente muere sin sedación (se habla de 40.000 muertes al año sin atenciones paliativas), la propuesta acordada en el Congreso se basa en establecer este derecho como un derecho sanitario.

La mayoría de los grupos, como PP, PSOE y Podemos han mostrado su disposición a respaldar esta iniciativa  de Ciudadanos, a pesar de sus limitaciones. El portavoz de Ciudadanos, Francisco Igea, defendió la iniciativa con el argumento de que es «una prioridad acabar con el sufrimiento de nuestros pacientes» y abogó por el acuerdo, no «por levantar banderas y agitar pasiones».

El centro de la proposición se sitúa en el derecho a la información, la obligatoriedad de poder disponer de cuidados paliativos, incluida la sedación; el derecho a tener asistencia espiritual y familiar y acabar con las sujeciones mecánicas, entre otras.

La defensa de la eutanasia

Los defensores de la eutanasia defienden, por el contrario, que los cuidados paliativos no son un antídoto frente a la eutanasia. “En Bélgica y Países Bajos la muerte asistida es legal y recurren a ella miles de personas cada año aunque cuentan con los mejores sistemas de cuidados paliativos de la Unión Europea después de Reino Unido. Nadie decide morir por un dolor tratable o un sufrimiento evitable. Las personas que piden una muerte asistida lo hacen porque consideran que su vida, presente y futura, ha dejado de tener sentido”. Es el criterio que han venido defendiendo las asociaciones por el derecho a morir dignamente.

Sin embargo, esta ha sido la línea seguida por la proposición aprobada hoy por el Congreso.

Según una encuesta de Metroscopia de febrero de 2017, un 84% de la ciudadanía está de acuerdo con que se legalice la eutanasia. El apoyo es mayoritario y trasversal entre personas de todas las ideologías y creencias. Un 56% de católicos practicantes está a favor (frente a un 40% en contra), así como un 66% entre votantes del PP.

En el caso de votantes del PSOE el apoyo se dispara hasta el 91% con solo un 8% en contra. Además, siete comunidades autónomas han aprobado (con el voto a favor de las diputadas y diputados autonómicos socialistas) mociones que reclaman al parlamento la despenalización de la muerte asistida.

El Partido Popular ha apoyado la iniciativa recordando que esta propuesta forma parte del acuerdo de Gobierno firmado con Ciudadanos y que en la tramitación parlamentaria presentarán enmiendas «para mejorarla».

A su juicio, la iniciativa de Ciudadanos está en la línea que marcan los organismos internacionales, aunque matizó que es necesario incluir la definición de cuidados paliativos. Igualmente, apostó por «profundizar en los derechos y en la autonomía del paciente».

Dudas en el PSOE

El Partido Socialista ha criticado a Ciudadanos recalcando que solo es un plagio de las leyes que siete gobiernos autonómicos socialistas han aprobado. El PSOE ha propuesto la creación de un Observatorio de la Muerte Digna.

Siete comunidades autónomas, con los votos a favor de las diputadas y diputados autonómicos del PSOE, han apoyado mociones para despenalizar la muerte asistida.

A pesar de ello, el grupo parlamentario socialista decidió impedir la la toma en consideración de la ley de eutanasia impulsada por Unidos Podemos. Desde el PSOE se había afirmado, tradicionalmente, que estaban de acuerdo con debatir la despenalización de la eutanasia si hay consenso entre las fuerzas parlamentarias. La pasada semana se abstuvo, ante la ausencia de ese consenso, a una propuesta sobre el tema formulada por Podemos. Los socialistas han remitido a su próximo congreso para tomar una posición definitiva.

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