MÁS DE DIEZ DÉCADAS DE DESAPARICIONES

Francia, tras la pista de un posible asesino en serie

Arthur Noyer (24 años), Adrien Mourialmé (24 años), Ahmed Hamadou (45 años) y Estelle Mouzin (9 años) desaparecieron en extrañas circunstancias y los cuatro comparten un denominador común:todos se encontraban cerca de Nordahl Lelandais.

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photo_camera Fotografía de Maëlys de Arujo (ESTRELLA DIGITAL)

Estrella Digital

Maëlys de Araujo tenía tan solo nueve años cuando sus padres la vieron por última vez. El 26 de agosto, la pequeña acudió con sus padres a una boda en Pont-de-Beauvoisin, cerca de la frontera con Suiza e Italia. Ya entrada la madrugada del día siguiente, sus padres comenzaron a buscarla y, sin saber cómo, descubrieron que su hija se había evaporado de allí. Maëlys desaparecía un 27 de diciembre. Un hombre de 34 años parece ser el responsable de su desaparición. Un hombre que, tras una ardua investigación, ha sido relacionado con otros casos no resueltos de desapariciones. Francia podría haber detenido a un asesino en serie sin saber que lo era. 

Nordahl Lelandais, un antiguo militar de 34 años y criador de perros, fue detenido hace cuatro meses por su presunta implicación en la desaparición y asesinato de Maëlys. El detenido asistió a la boda en la que se había visto a la pequeña de nueve años por última vez y, desde que las pruebas apuntasen a él, no ha querido hablar salvo para proclamar su inocencia. 

Aun así, las pruebas con las que cuenta la policía francesa no son del todo concluyentes, motivo por el cual, decidieron investigar el pasado de Lelandais con la intención de encontrar una pista. Sin embargo, la sorpresa de los investigadores fue mayúscula cuando éstos descubrieron que Maëlys no es la única desaparición relacionada con el sospechos. Arthur Noyer (24 años), Adrien Mourialmé (24 años), Ahmed Hamadou (45 años) y Estelle Mouzin (9 años) desaparecieron en extrañas circunstancias y los cuatro comparten un denominador común: todos se encontraban cerca de Nordahl Lelandais.

Cuatro meses antes de que los padres de Maëlys vieran por última vez a su hija, Arthur Noyer, un joven militar, desapareció en la madrugada del 11 al 12 de abril después de que éste decidiera hacer autostop tras salir de una discoteca. El cabo Noyer desapareció en Chambéry a menos de 30 kilómetros de donde lo hizo la pequeña de nueve años. La señal del joven se perdió hasta que este mes de diciembre los análisis de ADN a un cráneo encontrado en una ruta de senderismo, a 16 kilómetros de Chambéry han revelado que se trata de Arthur. 

Según el fiscal de Chambéry -región ubicada al este de Francia-, ha similitudes e indicios "concordantes" entre ambos casos. En las dos ocasiones, Lelandais se encontraba en las proximidades de los desaparecidos. En el caso de Noyer, la ubicación de los teléfonos de la víctima y del sospechoso es la misma y ambos se encontraban en la misma discoteca hasta las 3 de la madrugada, donde Lelandais era cliente habitual; mientras que en el caso de Maëlys, ambos asistieron al enlace y al convite en Pont-de-Beauvoisin.

Además, según el periódico francés 'Le Parisien', el detenido estuvo buscando "de manera intensa" en Internet cómo deshacerse de manera definitiva de un cuerpo. Las búsquedas comenzaron en abril y continuaron hasta agosto, periodo en el que desaparecieron tanto Arthut Noyer como Maëlys de Araujo. 

Las desapariciones aumentan

A estas dos desapariciones, los investigadores han relacionado también la de Ahmed Hamadou, un hombre de 45 años al que se le perdió la pista en 2012, y la de Estelle Mouzin, una niña de 9 años -al igual que Maëlys-, que nunca regresó a casa del colegio en 2003. Aun así, las pistas que apuntan a la culpabilidad de Lelandais no son tan concluyentes como en los casos anteriores. 

El primero de ellos, Ahmed Hamadou, desaparición la madrugada del 7 al 8 de septiembre de 2012 en un festival de músical celebrado en Saboya (Chambéry). Un año antes, y en el mismo festival, desapareció también Jean-Christophe Morin, un joven de 23 años del que solo se halló meses después su mochila cerca de un contenedor. Lelandais vivía en esos momentos en esa localidad francesa. 

Nueve años antes de que el mundo perdiera de vista a Hamadou, Estelle Mouzin no volvió a ver a sus padres tras volver de la escuela. La desaparición se produjo en Guermantes, al este de París y a 600 kilómetros de Chambéry. Sin embargo, a pesar de la diferencia de lugar y de que haya pasado más de una década, las coincidencias continúan: Lelandais se encontraba realizando el servicio militar en las proximidades de Guermantes el mismo año que Estelle desapareció. 

Ni el cuerpo de Hamadou ni el de Estella ni, por ahora, el de Maëlys han aparecido. La lista de desapariciones continúan alargándose. 

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