La falla Duque de Gaeta-Pobla de Farnals de València ha decidido condonar a las figuras de una mezquita y de una Media Luna musulmana que, por petición de la comunidad musulmana valenciana.
Después de un diálogo entre la comunidad fallera y la musulmana, "se ha resuelto el indulto" de las figuras que serán entregadas a representantes de la comunidad musulmana valenciana, según ha notificado la falla mediante un comunicado emitido a través de su página web, actualmente "suspendida o bloqueada por algún motivo".
El monumento fallero, obra del artista Vicente Llácer, se titula "Això ho pague jo" (Eso lo pago yo) y en él se representa la sátira con elementos de la cultura musulmana alrededor de la figura de un capitán moro, el ninot central de la falla.
La importancia del diálogo
El diálogo entre la falla valenciana y la comunidad musulmana valenciana ha sido posible gracias a la mediación de la ONG València es Refugi y su presidenta, Ana Isabel Martínez, según ha destacado la comisión.
Los representantes de la comisión han indicado que "lo que se podría haber interpretado como una historia de xenofobia e islamofobia ha resultado ser una historia de diálogo social y ejemplar por parte del mundo fallero y la comunidad islámica", y han agregado que ambas partes han hecho "uso perfecto" del "cariño, el respeto y el diálogo".
Un caso con precedentes
A pesar de las incipientes críticas que ha despertado esta decisión en determinados sectores poblacionales, lo cierto es que ya se han producido otros indultos a monumentos religiosos que sentaron precedente.
En el año 2013 Rita Barberá, quien entonces fuera alcaldesa de Valencia, solicitó el indulto del ninot de la Virgen, obra de los artistas Ceballos y Sanabria. "¿Cómo vamos a quemar a la Virgen?", se preguntaba Barberá. La falla decretó por unanimidad el indulto de la figura de la Mare de Déu dels Desamparats que le fue entregada a la Fallera Mayor Infantil de Valencia.
Asimismo, ese mismo año, dos asociaciones hindúes de Valencia solicitaron el indulto de una falla en la que se representaban algunos de sus dioses, por considerar esta acción un "acto sacrílego". La presidencia de la falla acordó eliminar del monumento fallero todos los elementos "que pudieran herir la susceptibilidad devocional de los hindúes".
