Los equipos de rescate siguen trabajando para llegar al pequeño Rayan, el niño de 5 años que cayó al fondo de un pozo hace más de 48 horas en la localidad marroquí de Chaouen. Las excavadoras han estado trabajando toda la noche y han alcanzado los 32 metros, profundidad a la que se encuentra el niño.
La operación se encuentra ahora en la fase más delicada, aseguran medios locales. Los rescatistas tienen que excavar una brecha horizontal entre el túnel vertical y el pozo. Según indicaban los mismos medios esta mañana, la operación llevaría a los equipos de rescate aproximadamente cuatro horas, un tiempo en el que tienen que ser extremadamente cautelosos para evitar derrumbes.
Rayan se precipitó al pozo el pasado martes. La cavidad se encuentra junto a la casa familiar del niño, en la aldea de Ighran, a unos 70 kilómetros de Chaouen. Según explicó el padre a varios medios locales, cuando sospecharon que el niño estaba en el agujero, rápidamente ataron su teléfono a una cuerda y lo bajaron por la estrecha cavidad para comprobarlo. Fue entonces cuando alertaron a la autoridades y empezaron las tareas de rescate. El padre también aseguró que el pozo estaba cubierto por un barril, pero el niño debió moverlo.
Varios voluntarios intentaron acceder mediante una cuerda al lugar donde se encuentra Rayan, pero las paredes de entre 30 y 50 centímetros se lo impidieron. No obstante, los equipos de emergencia marroquíes pudieron introducir una cámara para comprobar el estado del pequeño, y un conducto con oxígeno y azúcar. Según las declaraciones del responsable del comité de vigilancia y seguimiento del rescate, el niño seguiría con vida.
