EN ESPAÑA

Soledad Becerril deja su cargo como defensora del pueblo

Becerril ha sido la primera mujer que ocupó un cargo de ministra desde la instauración de la democracia y la primera también en estar al frente del Defensor del Pueblo, cargo que dejará el próximo 21 de julio.

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photo_camera Soledad Becerril/ E.D.

Estrella Digital

Nacida en Madrid el 16 de agosto de 1944, Becerril, de 72 años, se licenció en Filosofía y Letras (1966) por la Universidad de Madrid y amplió estudios en el Oxford English Center y en el West London College y con un curso para postgraduados de Ciencias Políticas en la Universidad neoyorquina de Columbia en 1970.

Su vocación política nació con la revista "La Ilustración Regional", que fundó y dirigió en 1974 y, un año después, ingresó en el Partido Demócrata Andaluz.

En las elecciones generales de junio de 1977 fue elegida diputada por la Unión de Centro Democrático (UCD) por Sevilla y se convirtió en vicepresidenta de la Comisión de Cultura de la Legislatura Constituyente.

Reelegida diputada de UCD por Sevilla en las generales de marzo de 1979, fue secretaria tercera del Congreso de los Diputados y miembro de varias comisiones.

También fue ponente representante de UCD en la redacción del Estatuto de Autonomía de Andalucía.

El 2 de diciembre de 1981 se convirtió en la primera mujer que ocupó un cargo ministerial tras cuarenta años de dictadura al ser nombrada ministra de Cultura por Leopoldo Calvo Sotelo.

Dejó el cargo con la llegada del PSOE al Gobierno, en 1982, y pasó a la empresa privada, sin dejar de participar en actividades culturales y docentes.

En enero de 1983, dimitió de su cargo en la presidencia andaluza de UCD y se dio de baja en la formación.

Cuatro años más tarde, en junio de 1987, se presentó como candidata de Alianza Popular a la Alcaldía de Sevilla en las elecciones municipales y se convirtió en concejal y portavoz del Grupo Popular en el ayuntamiento hispalense.

En 1989 ingresó en el Partido Popular (nacido tras la extinta Alianza Popular) y en las elecciones generales de octubre de 1989 fue elegida diputada por Sevilla en el Congreso, puesto que compatibilizó con el de concejal.

En el seno del PP, fue presidenta del partido en Sevilla entre 1990 y 1993, y elegida miembro del Comité Ejecutivo dentro de la candidatura liderada por José María Aznar.

En mayo de 1991 se convierte en primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, tras el acuerdo alcanzado entre el PP y el PA de Rojas Marcos, que fue investido alcalde.

Fue reelegida diputada popular por Sevilla en las generales de 1993 y en las elecciones municipales del 1995 se convirtió en alcaldesa con el apoyo del PA, en sustitución del andalucista Alejandro Rojas Marcos.

Ocupó este cargo hasta junio de 1999 y en 2000 regresó a la política nacional.

Becerril fue elegida Defensora del Pueblo por las Cortes, en virtud de un acuerdo entre PP y PSOE en junio de 2012.  Su nombramiento como defensora del pueblo fue aprobado por los plenos del Congreso y del Senado los días 17 y 18 de julio y tomó posesión de su cargo el día 23 del mismo mes.

Sin poder ejecutivo, lo que le impide obligar a modificar una ley o una actuación, al frente de la Institución puede recordar sus deberes legales a una Administración o hacer recomendaciones.

En este sentido destacan las recomendaciones para evitar los desahucios que presentó en el Senado, a los pocos meses de ser nombrada o la advertencia a las Administraciones de que debían prepararse para acoger a un mayor número de refugiados para cumplir con el objetivo de recibir a 17.337 solicitantes de asilo antes de septiembre de 2017.

Soledad Becerill se casó en 1970 con el abogado Rafael Atienza Medina y tienen dos hijos: Soledad y Gaspar. 

Será Francisco Fernández Marugán, adjunto a la Defensora del Pueblo y exdiputado socialista, quien se quede al frente de la institución a partir del 21 de julio y hasta que los grupos parlamentarios alcancen un acuerdo sobre quien será la persona que sustituirá a Soledad Becerril.

Según prevé la ley, se necesita el apoyo de tres quintas partes del Congreso para dar luz verde al nombramiento del Defensor del Pueblo.

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