Este viernes, la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, la capital de Rusia, fue escenario de un violento ataque. Un grupo de individuos armados irrumpió en el lugar y abrió fuego contra los presentes. Hasta el momento, no se ha proporcionado un balance oficial de muertos y heridos, aunque medios rusos hablan ya de decenas de muertos.
Los agresores, equipados con ametralladoras, dispararon múltiples ráfagas contra los civiles. En respuesta, agentes de las fuerzas especiales de la Guardia Nacional de Rusia fueron desplegados en el lugar, según informa TASS.
Además, un incendio de gran magnitud se desató, consumiendo ya un tercio del edificio. Equipos de emergencia acudieron al lugar y lograron rescatar a un centenar de personas que se habían refugiado en el interior del edificio.
Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, ha calificado el incidente como un ataque terrorista. Informó que Moscú ha recibido llamadas de varios países expresando sus condolencias por los recientes acontecimientos.
Por su parte, el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, confirmó que más de 70 equipos de ambulancia y personal sanitario están brindando asistencia a todas las víctimas. En su canal de Telegram, afirmó: “Se está haciendo todo lo posible para salvar a la gente”.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo informó que los cuatro principales aeropuertos de Moscú han intensificado sus medidas de seguridad, implementando controles más exhaustivos en los puntos de entrada y en todo el perímetro de las instalaciones.
Este incidente ocurre solo dos semanas después de que la Embajada de Estados Unidos en Moscú advirtiera de un riesgo “inminente” de ataque terrorista contra grandes concentraciones de personas en la capital rusa, recomendando a sus ciudadanos evitar aglomeraciones.
