VOX: de la emergencia a la marginación

En el tablero político de Ceuta, VOX podría pasar de ser una pieza clave a convertirse en un peón aislado. Tras las elecciones del 28 de mayo, los demás partidos han declarado que no negociarán con VOX

 Redondo y Verdejo, durante el transcurso de una sesión plenaria / Alejandro Castillo
photo_camera Juan Sergio Redondo y Carlos Verdejo, durante el transcurso de una sesión plenaria (Archivo)

VOX irrumpió en la escena política con un discurso populista y nacionalista, prometiendo defender los intereses de España y de Ceuta, frente a lo que consideraban «amenazas externas e internas». Sin embargo, su retórica, en ocasiones tachada de «incendiaria» y sus propuestas radicales, en una campaña centrada en asuntos nacionales fuera del control de la Administración Local, tales como la defensa de las fronteras o el control migratorio, no han sido tan bien recibidas como los directores de esa estrategia pensaban que iban a funcionar en las urnas como lo hizo en los medios, ante las peculiaridades socioculturales de Ceuta.

En los pactos locales, VOX ha jugado un papel menor, dejando entrever incapacidad de pacto o de no estar dispuesto a trabajar con otros partidos para lograr sus objetivos. Este aislamiento podrí estar dañando su imagen pública y limitando su capacidad para influir en la política local. El futuro de VOX en Ceuta podría estar abocado a la marginalidad en este momento, aunque su papel real tras el 23J es una incógnita.

Si el PP necesitara a VOX para gobernar la nación después de las elecciones generales, ¿rectificaría su postura actual o permanecería en su refugio ideológico? ¿VOX sería capaz de superar su aislamiento y volver a ser una fuerza política relevante, o se convertiría en la expresión del malestar de una parte de la ciudadanía y sin influencia política real?

La noche del 28M, el candidato de VOX, Sergio Redondo, declaró que "había ganado la Ceuta indecente". Este discurso revela la visión del mundo de VOX: un mundo dividido entre "nosotros" y "ellos", entre lo "decente" y lo "indecente". Esta visión maniquea aleja a la formación de un espacio para el diálogo o el compromiso y parece indicar que convierte a todos los que no están de acuerdo con VOX en enemigos a los que hay que derrotar.

El aislamiento de VOX indicaría un reflejo de su visión del mundo o tal vez de una incapacidad o falta de voluntad para trabajar con otros. Dada la experiencia de la familia europea de los partidos de ultraderecha con representación es una circunstancia improbable, pero al menos que VOX cambie su enfoque y esté dispuesto a dialogar y comprometerse con otros partidos, es probable que su aislamiento continúe. Lejos de ser un accidente, es el resultado de una serie de decisiones y circunstancias que han llevado a VOX a su actual posición.