El Gobierno de Mariano Rajoy necesita el voto del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, con el propósito de apuntalar en el Congreso la mayoría que necesita para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de este año. Una sustanciosa rebaja de las bonificaciones al transporte constituye una de las contrapartidas que Rajoy ha concedido al parlamentario canario a cambio de su respaldo en la Cámara.
La generosidad demostrada por el Gobierno de España ha despertado no pocos resquemores en los territorios insulares del Estado. Y es que la munificencia de Rajoy es tenida por un agravio entre los españoles que se consideran en situación equiparable a sus compatriotas canarios.
El acuerdo entre Nueva Canarias y el Gobierno se traducirá en una bonificación del 75% de los billetes de avión y barco para los residentes en el archipiélago, que se elevará hasta el 100% en el caso de las mercancías.
El Gobierno de Baleares ya ha advertido de que ese acuerdo, en lo que concierne a las bonificaciones por transporte, habrá de aplicarse también en su territorio.
Con menor contundencia, obligada por la disciplina de partido, el Gobierno de Ceuta también ha sugerido la posibilidad de plantear a Madrid la ampliación de las bonificaciones para las dos ciudades autónomas. El presidente Juan Vivas avanzaba ayer viernes que discutirá el asunto con su homólogo melillense Juan José Imbroda, con quien se reunirá en Málaga la próxima semana.
La concesión del Gobierno de Rajoy a Canarias costará al Estado unos 20 millones de euros. Las bonificaciones que entrarán en vigor tras el acuerdo doblarán la cuantía de las actuales subvenciones.
