Una presión migratoria “a prueba de bombas”

Ni las obras de cerramiento perimetral en el puerto ni el covid han puesto fin a este problema. Sólo en mayo se llevaron a cabo 14.700 intervenciones para frenar el acceso de migrantes a estas instalaciones. 
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photo_camera Migrantes con la policía en las instalaciones portuarias (ARCHIVO)

El puerto sigue sufriendo una incesante presión migratoria. Ni las obras de cerramiento perimetral ni el covid han frenado este problema.

La crisis de mayo, en la que accedieron a Ceuta más de 12.000 marroquíes, acrecentó aún más la situación.

Hace unos días, el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel, se refería a este asunto aprovechando la visita a Ceuta de los presidentes de los puertos andaluces. Doncel aseguraba que la situación era insoportable. Como ejemplo señalaba que sólo durante el pasado mes de mayo se llevaron a cabo 14.700 intervenciones en los terrenos portuarios para prevenir o frenar el acceso irregular de migrantes que buscan cruzar el Estrecho y alcanzar la Península.

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Migrantes en el puerto antes de las obras de cerramiento

Uno de los objetivos prioritarios que demanda el puerto ceutí, y que fue aprobado por la Asamblea hace algo más de un año, pasa por lograr que la frontera efectiva y real esté en el Tarajal y no en el puerto como actualmente sucede.

Desde que Doncel llegó a este puesto ésta ha sido su prioridad y por lo que sigue luchando. Prueba de ello es la macro obra que se ha hecho en la zona portuaria para mejorar las instalaciones e impedir el acceso de los migrantes a las zonas restringidas. Un proyecto que se presentó en 2019 por el expresidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina, y que estaba valorado en 2,5 millones de euros.

Las obras comenzaron de inmediato y han tenido ocho puntos de actuación. El principal y más emblemático fue la construcción de un muro de hormigón de 2,5 metros de alto coronado por otro metro y medio más de elementos antisalto.

Muros, puertas motorizadas, vallas sensorizadas…en definitiva un cerramiento perimetral que impidiera el acceso de migrantes al puerto cuyo propósito es colarse en un barco para llegar a la Península.

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Uno de los muros levantados para evitar la presión migratoria

Todo este esfuerzo de poco ha servido porque los migrantes, aunque en menor medida, siguen deambulando por el puerto. Esta presencia perjudica negativamente a la ciudad, de cara al exterior porque los barcos no quieren atracar en este puerto por miedo a llevar luego polizones, y de cara al interior porque las propias empresas locales están sufriendo este problema.

Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Policía Local y Portuaria trabajan a diario por evitar esta presión pero de nada sirve. Los agentes consiguen trasladarlos a otras zonas pero en menos que canta un gallo están de nuevo en el mismo sitio y con el mismo propósito. La mayoría son menores y saben que la policía no puede hacerles nada.

¿Existe realmente una solución a este problema?, ¿dejará de sufrir el puerto esta presión migratoria?