Como ya dimos a conocer mediante comunicado de prensa con fecha 16 de marzo de 2021, el pasado 9 de marzo el doctor José Manuel Fernández Fernández, jefe de sección de Cirugía General del Hospital Universitario de Ceuta, presentó un escrito en el que comunicaba el deterioro de las condiciones de trabajo en la segunda planta de hospitalización a raíz del nuevo sistema organizativo impuesto un año antes por la Dirección de Enfermería. Este escrito provocó que la directora de Enfermería, Concepción Díaz Jiménez, exigiera la destitución del doctor Fernández como jefe de sección, y que el director médico del Hospital Universitario, Diego Sánchez de Mora Gálvez del Postigo, advirtiera al doctor Fernández que la no retirada del mismo sería motivo de cese inmediato. Esta secuencia de acontecimientos fue negada sin más explicaciones por la dirección de INGESA en un comunicado de prensa posterior, a pesar de que el doctor Sánchez de Mora había reconocido en presencia de la práctica totalidad del servicio de Cirugía que el motivo de estas presiones era que se habían «dicho cosas que no se podían decir» contra la gestión de la directora de Enfermería, siendo ella la esposa del director territorial de INGESA, Jesús Lopera Flores, en el contexto de una delicada situación política.
Como resultado de estas presiones el doctor Fernández presentó su dimisión el 12 de marzo de 2021, indicando que se haría efectiva a partir del 1 de abril. Han transcurrido ya casi dos semanas desde esta fecha sin que Dirección nos haya comunicado cuál va a ser el futuro del servicio de Cirugía. El puesto de jefe de sección de Cirugía no es un cargo decorativo, sino que implica una serie de responsabilidades imprescindibles para el funcionamiento diario del hospital, entre las que se cuentan la programación de quirófanos o la distribución de las actividades diarias entre los cirujanos del equipo. Ya se han perdido jornadas de quirófano por la sencilla razón de que no hay nadie encargado de programar qué pacientes se van a intervenir cada día, y los que sí se han programado han sido por iniciativa propia de los cirujanos, que a título individual y por compromiso hacia los enfermos han decidido asumir funciones que no les corresponden. En cuanto a la distribución de actividades, los propios cirujanos nos estamos encargando de corregir las incidencias que van surgiendo sobre el cuadrante del mes de abril que había preparado el doctor Fernández antes de su dimisión, pero no existen planes más allá del 1 de mayo, a pesar de que en circunstancias normales se elaboran los cuadrantes con dos o tres meses de antelación.
Estas carencias se han puesto en conocimiento del director médico, Diego Sánchez de Mora, y el gerente de Atención Especializada, Carlos Javier Ramírez Rodrigo, que a pesar de reconocer que no disponen de ningún plan para el futuro inmediato del servicio de Cirugía han minimizado el problema, probablemente esperando que los cirujanos asumamos espontáneamente las funciones que corresponden al jefe de sección. Esta falta de previsión y de organización por parte de los responsables del hospital está afectando ya a la atención a los pacientes en forma de suspensiones, por lo que nos vemos obligados a ponerlo en conocimiento de la opinión pública antes de que el aumento de las listas de espera tenga consecuencias graves para la salud de los enfermos que necesitan intervenciones no demorables.
