CSD pregunta por el nuevo Reglamento de Prestaciones Básicas Sociales

CDS

Esta formación quiere conocer la situación en la que se encuentra el Reglamento de Prestaciones Básicas, y si el mismo va a ver la luz antes de que finalice este año.

El principal problema que se debe solventar en la actualización de este nuevo Reglamento es suprimir el formalismo y el excesivo uso burocrático; esta necesidad de formalización de toda comunicación donde quede todo certificado y escrito, conduce a un exceso de información y de papeleo, que convierte a la administración en una herramienta lenta, ineficaz y tediosa.

Uno de los rasgos de querer burocratizar la administración es la despersonalización de las relaciones, un concepto erróneo, llevando a cabo el apego excesivo a las normas internas tratando los problemas individuales de las personas de forma estandarizada.

Contigo ve la necesidad de acometer en este nuevo Reglamento la atención social y los derechos de las personas que residen en nuestra urbe a un nivel equiparable al del conjunto de nuestro país, ampliando el espacio para el desarrollo de los servicios sociales de nuestra ciudad con mejores coberturas y respuestas inmediatas.

Carbonell responsable de Expansión de CSD, no comprende que una herramienta tan necesaria que afecta directamente a tantas familias vulnerables de Ceuta, no cuenten siquiera con un borrador con todos los cambios y actualizaciones necesarias para ofrecer un servicio de calidad a los usuarios del mismo. Nuestra aportación para la actualización y modificación del nuevo Reglamento de Prestaciones Básicas sería la de incluir a los transeúntes que en estos momentos malviven en nuestras calles y que a la vez se les niega un tema tan básico como es alimentarse, porque si no están empadronados no tienen derecho a ninguna ayuda (ni al alimento). Hay familias que no tienen la posibilidad de empadronarse, por no reunir los requisitos que se les piden, ya que en ocasiones se les hace un hueco de forma temporal en casas de amigos, entrando en el círculo vicioso de una espiral que no les lleva a ningún final con resultados positivos. La administración debe tratar cada caso de forma única y para ello necesita de personal con ganas de trabajar por el ciudadano y que no tenga prejuicios, algo extraño de encontrar dentro de las administraciones.

Por otro lado a las personas con diversidad funcional que tienen graves problemas de movilidad se les obliga a ir en persona a las dependencias de Servicios Sociales para asuntos burocráticos. En ocasiones no tienen a nadie que les acompañe, acarreando un estrés que la administración no alcanza a entender, porque como ya hemos dicho anteriormente, carece de personas con profesionalidad y empatía que entran en bucle a la hora de dirigirse al usuario.

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