Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza

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photo_camera El líder del PSOE dirigiéndose a militantes socialistas (ARCHIVO)

El 17 de octubre del año 1987 cien mil personas se reunieron en la plaza del Trocadero París -la misma en la que en 1948 se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos- para manifestarse en solidaridad con las víctimas del hambre y la pobreza extrema.

Desde 1992, esta fecha es reconocida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, considerando que la dignidad no sólo es un derecho fundamental, sino que constituye la base de todos los demás derechos, y que las personas que viven en la pobreza ven denegada esa dignidad.

Esta misma consideración es la que hace que poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo sea el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, considerando así el problema de la pobreza como el mayor desafío global al que se enfrenta la humanidad en la actualidad.

En España, la desigualdad y la pobreza tienen niveles demasiado altos a los que han contribuido de manera decisiva las sucesivas crisis acaecidas en la última década, debido a las cuales, la tasa de Riesgo de Pobreza y Exclusión (AROPE) situaba en 2020 en riesgo de pobreza al 27,8% de la población, un 0,5% más que en 2018. (Instituto Nacional de Estadística, Encuesta del año 2021 con datos referidos al año 2020) La reducción de la pobreza y la eliminación de la desigualdad son objetivos fundamentales del socialismo, por ello durante los más de cuatro años de Presidencia de Pedro Sánchez, hemos implementado una gran cantidad de medidas encaminadas a la reducción de las desigualdades.

La principal acción que hemos puesto en marcha con este objetivo ha sido la creación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), un mecanismo de inclusión que ya existía en casi todos los países de nuestro entorno y cuya aprobación en nuestro país supuso el cumplimiento de una promesa del presidente y del Partido Socialista. Gracias a esta herramienta, más de medio millón de hogares, lo que suponen 1,4 millones de ciudadanos y ciudadanas, gozan de una protección garantista que les da la oportunidad de reemprender sus proyectos vitales, evitando con ello casos de exclusión severa y pobreza extrema; porque la desigualdad, la pobreza y la exclusión social son fenómenos concatenados; y para acabar con la exclusión -es decir, con barreras de acceso a oportunidades laborales, habitacionales, formativas, residenciales u otras- hay que comenzar atacando los factores sociales y económicos que abocan a las personas a situaciones de vulnerabilidad.

Otro de los avances conseguidos en la lucha por la erradicación de la pobreza es la protección que se ha proporcionado de forma específica a la infancia, en estos momentos hay cerca de 600.000 niños y niñas entre los beneficiarios del IMV, que además han visto reforzada su protección gracias al complemento específico para la infancia aprobado en 2021, que se reforzó con el incremento del 15% para paliar los efectos de la guerra de Ucrania.

Como socialistas, nunca nos sentiremos satisfechos mientras existan desigualdades y bolsas de pobreza, situaciones inaceptables que impiden un desarrollo igualitario y equitativo de la infancia. Seguiremos trabajando incansablemente hasta conseguir que todos y todas, niños, niñas y adolescentes crezcan con las necesidades básicas cubiertas y en un entorno que propicie la igualdad de oportunidades y en el que el ascensor social funcione a pleno rendimiento.

Lamentablemente, en los últimos años hemos tenido que afrontar dos graves crisis de aparición súbita que, como siempre ocurre, han afectado con mayor intensidad a familias que ya tenían rentas bajas. Los expedientes de regulación temporal en el empleo (ERTE) y la protección a los sectores especialmente perjudicados por la crisis de la COVID, o las medidas de protección social para minimizar el impacto de la guerra de Ucrania son solo unos pocos ejemplos de la determinación constante de equilibrar la situación de las personas más vulnerables ante situaciones de necesidad que sirve de guía a todas las políticas socialistas.

La anterior gran crisis y su posterior abordaje con medidas de austeridad por parte del Partido Popular, supone el principal detonante de la situación actual, en la que el aumento de las desigualdades y el subsiguiente desencanto social han constituido el caldo de cultivo para la proliferación de populismos y extremismos que están poniendo en jaque el futuro de nuestro modelo de convivencia y diversidad social e incluso desgastando las propias democracias occidentales tal como las conocemos.

Como ya hemos señalado, las crisis siempre afectan más a los que menos tienen, en esta ocasión no ha sido distinto, y por ello la tasa AROPE se ha incrementado sensiblemente desde la aparición del Covid (un 1% entre 2019 y 2021 según datos del INE). Sin embargo, es también evidente que el impacto de la crisis se ha minimizado gracias a la aplicación de políticas socialistas de gasto expansivo. De este modo, tal como señala el Informe Foessa 2022 (Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada): “la reducción del empleo fue cinco veces mayor en la crisis 2008-2013, a pesar de que la reducción de la actividad ha sido mucho mayor ahora.

La explicación tiene que ver con la duración de la recesión y esta está directamente asociada al tipo de respuesta política que se ha dado a la misma, con una mezcla de políticas fiscales y monetarias expansivas y la introducción de mecanismos específicos para salvaguardar el empleo, como los ERTE. Estos, que llegaron a afectar a más de 3,5 millones.”

Mención especial merece la situación de las mujeres, pues son quienes sufren el índice más alto de pobreza y precariedad: dos de cada tres titulares de la prestación del IMV son mujeres. Además, debido a esta desigualdad de origen, es en ellas en las que impactan con mayor virulencia los efectos de las crisis económicas. Sin olvidar que la pobreza tiene especial incidencia en sectores sociales tradicionalmente vulnerables como pueden ser las minorías étnicas, especialmente la población gitana, o la población inmigrante, donde siempre golpean con más crudeza los terribles efectos que provocan las crisis.

Combatir la pobreza energética también es otra de nuestras prioridades, por ello, aprobamos y ampliamos el bono social eléctrico, que se espera que llegue a 1,9 millones de hogares; y conseguimos junto a Portugal la excepción ibérica al precio del gas, con la que desde su entrada en vigor hemos conseguido en nuestro país, un ahorro de 2.600 millones de euros lo que supone una diferencia de aproximadamente 17€ de media por factura y hogar.

Además, el próximo martes 18 de octubre se aprobarán nuevas medidas sociales que suponen la movilización de alrededor de 3.000 millones de euros para proteger al 40% de los hogares con nuevas tarifas para las comunidades con calderas centralizadas de gas natural, se refuerza y aumentan los descuentos del bono social eléctrico para consumidores vulnerables y vulnerables severos, se crea una nueva categoría en el bono para hogares de trabajadores con ingresos reducidos (1’5 millones de familias) y se mejora el bono social térmico duplicando la ayuda media hasta 375€ por hogar y elevará la ayuda mínima a 40 euros.

Los y las socialistas creemos además que para combatir el fenómeno de la pobreza no basta con atacar sus consecuencias, es necesaria también la elaboración de políticas redistributivas, en todos los ámbitos y especialmente en el laboral, como así hemos hecho con la recuperación de la acción colectiva. Nuestra meta como socialistas es asegurar la equidad en el acceso a empleos estables y de calidad con el objetivo de erradicar la pobreza laboral y garantizar un mejor reparto de los beneficios.

En ese sentido, la principal protección ante las situaciones de pobreza laboral han sido las reiteradas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Mientras que Rajoy, en 7 años de gobierno sólo incrementó 94€ el salario mínimo, el gobierno de Pedro Sánchez lo ha incrementado en 264€ -en tan solo cuatro años- pasando de 736€ a 1000€, es decir, un incremento del 35% frente al 15% del período del PP. Este hecho tiene especial impacto en la juventud, trabajadores y trabajadoras de los sectores agrícola y de servicios, y muy especialmente entre las mujeres. Según datos de 2019, menos del 73% de las mujeres trabajadoras tenían ingresos por encima del SMI, por el casi 89% de los hombres.

Toda esta batería de medidas se complementa con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2023, que una vez aprobados serán sin lugar a dudas los presupuestos más sociales de la historia, y destinarán seis de cada diez euros a gasto social, entre otras cosas para mejorar la sanidad y la atención a la dependencia.

Además, los recursos públicos destinados a jóvenes y mayores aumentan significativamente; dotando con ello de una especial protección a dos de los principales segmentos afectados por la pobreza en nuestro país. El proyecto de presupuestos generales que ha presentado el Gobierno contempla más de 266.000 millones de euros para combatir la inflación.

Estas medidas buscan paliar y mejorar la situación de personas con rentas más bajas y por ello se incluyen, entre otras: revalorizar las pensiones de acuerdo al índice de precios de consumo (IPC), aumentar el Ingreso Mínimo Vital, prorrogar la bonificación y gratuidad del transporte e Incrementar el bono social térmico. Reducir la brecha de desigualdad se ha convertido en un gran desafío para el mundo del S. XXI y para nuestra sociedad en particular, muy a pesar del partido popular que sigue pretendiendo negar la existencia de la pobreza, para seguir premiando con más poder a los más ricos, sin reparar en las calamidades que padece actualmente una parte importante de la ciudadanía.

Por ello, hoy en el día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, desde el PSOE, nos comprometemos a seguir combatiendo y previniendo la pobreza, especialmente la infantil, cuestión angular para nuestra organización en la lucha contra la desigualdad.

Una lucha decisiva para promover la justicia y la equidad, la cohesión social, la eficiencia y la competitividad, así como la solidaridad intergeneracional. En este día, animamos a toda la militancia y nuestras y nuestros simpatizantes a sumarse a cuantas acciones y actos se realicen y a defender las políticas socialistas como la única vía posible para erradicar el fenómeno de la pobreza y la injusticia social.

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