En política, discrepar siempre es saludable. La discusión, el disenso, el debate y el intercambio de opiniones y visiones es uno de los ejes de la democracia. Eso es una cosa. Otra muy diferente es utilizar una mentira ya desmentida para hacer daño al adversario. Ahí ya hablamos de una línea que ni en política debe cruzarse, pues contraviene principios éticos que deben ser inquebrantables para la vida ciudadana.
Esperábamos que el diputado Juan Bravo, con quien tuvimos un excelente trato durante la pasada campaña electoral, tuviera un estilo diferente al de su predecesor, Francisco Márquez. Nos equivocamos. Ya desde el primer día en el Congreso ha demostrado que pretende seguir con la tónica de infamias y falsedades que tanto su partido como sus cachorros y los altavoces a su servicio han convertido en norma al hablar de Podemos. Juan Bravo ha dicho que “Podemos, en algún momento, ha llegado a manifestar que se debería entregar Ceuta y Melilla a Marruecos”. No pensamos que Juan Bravo sea un ignorante. Por lo que sólo puede ser calificado con un adjetivo: mentiroso.
Podemos jamás, absolutamente jamás, ha dicho tal cosa. Esta estupidez ya fue desmentida. Y no ayer ni antes de ayer, sino hace un año. Concretamente, el día 3 de enero de 2015, en el periódico digital eldiario.es se negaba tal barbaridad, barbaridad que había sido publicada por una cuenta de twitter (de las miles que hay por ahí), ajena a Podemos, llamada Podemos Anchuelo. Dicha cuenta, utilizando el nombre de Podemos, se dedicaba a decir, día tras otro, mamarrachadas y locuras que contravenían los principios elementales de nuestra formación. Tampoco nuestro portavoz, Julio Basurco, tardó entonces en dejar las cosas claras: “Son una banda de majaras” dijo en declaraciones para Ceuta Actualidad, entre otros medios, el 28 de diciembre de 2014, tras hablar del tema con diversos dirigentes que le comunicaron que estaban intentando hacer que Twitter cerrara esa cuenta falsa.
Ya está bien de hacer política de un modo tan sucio y miserable. Y ya está bien de acusar a todo el mundo de promarroquí para intentar desprestigiar y erigirse como los salvadores de Ceuta, para que no hablemos de política, de recortes sociales, de la corrupción que asola al PP en su conjunto. Nuestra ciudad es España. Ceuta es España y Podemos jamás ha dicho lo contrario. Señor Bravo, es usted un mentiroso y un cobarde.
