El dirham pierde fuerza

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A grandes males, grandes remedios. Las últimas decisiones de Marruecos respecto a su moneda empiezan a tener sus primeras consecuencias, el dirham pierde fuerza y ya se sitúa en 11,30 dirham igual a 1,00 euro. Las previsiones es que siga perdiendo valor ante el euro y ante el dólar. Hay quien vaticina que podría alcanzar los 12 dirham igual a 1,00 euro.

Marruecos siempre ató en corto a su moneda, protegiéndola frente a los ataques exógenos, ya sean de carácter directo o por consecuencias propias de los mercados. La suelta de cuerda y búsqueda de valor real, situando el dírham en un 60 por ciento frente al euro y en un 40 frente al dólar, esconde otras muchas intenciones.

Las exportaciones se verán incentivadas, pues los importadores podrán comprar más barato en Marruecos. Asimismo, el turismo también se verá beneficiado, pues los visitantes tendrán un mayor poder adquisitivo. La inversión extranjera en Marruecos también se verá favorecida por la pérdida de valor del dírham.

Con la medida, Marruecos también busca incentivar el consumo de productos internos, ya que las importaciones desde Marruecos se encarecerán y perderán atractivo.

Quienes no se verán beneficiados serán los marroquíes, sobre todo aquellos que viven en el equilibrio de su moneda frente al euro, ya que su poder adquisitivo empieza a verse mermado considerablemente.
Uno de los sectores que más se va a resentir es el de los porteadores, pues lo que compraban por 100 dírhams, ahora les costará 130, y subiendo.

Se prevé una caída de las ventas en el comercio dedicado al cliente marroquí, no tanto a quienes hacen de turistas, pues poco va a afectar a su economía pagar “un poco más”; sin embargo, el efecto en las economías que viven pendientes del tipo de cambio frente al euro van a sufrir graves consecuencias, pues sus beneficios dependen en gran medida de cómo esté el cambio, muchas veces adquiriendo el carácter de beneficio comercial en sus transacciones, paupérrimo en muchas ocasiones.

Es muy posible que la actividad del porteo comience una fase de decaimiento progresivo, procurado por la propia desgana que el mercado infrinja al espacio comercio en el que actúa dicha actividad. El daño colateral no será otro que la pérdida de ventas de los comercios ceutíes enfocados al comercio con Marruecos, situación que podría afectar a su cuenta de resultados, así como a la imposibilidad de mantener la actividad, una amenaza que cada vez se torna más real.

La medida del Banco de Marruecos, anodina para muchos, conlleva una carga de incertidumbre y desesperanza para todas esas personas que viven en el filo de los tipos de cambio.

Tan sólo el tiempo determinará las verdaderas consecuencias de una medida que ha metido el miedo en millones de marroquíes.
 

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