Estamos en periodo preelectoral

Ya, y sin duda, estamos en periodo preelectoral. Apenas quedan pocos días para la verdadera propaganda electoral, sí, aquélla que solo se diferencia de ésta es que en ese tiempo ya se puede pedir el voto directamente para uno u otro partido que se presente a las elecciones.

Ya, y sin duda, estamos en periodo preelectoral. Apenas quedan pocos días para la verdadera propaganda electoral, sí, aquélla que solo se diferencia de ésta es que en ese tiempo ya se puede pedir el voto directamente para uno u otro partido que se presente a las elecciones. Y, mientras, los escándalos se suceden por todo el territorio nacional.

Y son tiempos maravillosos, porque es entonces cuando podremos decir aquello de que los partidos que nos presentamos queremos acabar con este sistema absurdo, entronizado en la idiotez en estado de perfección afrentosa. Porque lo terrible es que las personas que nosotros elegimos vienen siendo aquéllas que intentan acabar con el espíritu democrático que todos defendemos. Y lo peor es que la sociedad lo digiere y se resigna, en fin… que para los elegidos, a fin de cuentas, no somos más que personitas con derecho a voto. ¿Qué pena y qué realidad? Ya que de nuevo veremos gobernando a aquellos que convertidos en caciques hemos creado nosotros mismos. Yo no comparto ese criterio, pero no dejo de reconocer que aunque la política no es más que la voluntad de los ciudadanos, ésta se ha convertido en un caciquismo interesado de determinadas personas, con nombres y apellidos

¡Nosotros no somos ni más ni menos listos o tontos que los de otro siglo cualquiera, incluidos los de la prehistoria! La única diferencia, además de los avances técnicos y de comunicación, es que ahora podemos conocer más fácilmente a los pedantes, a los alocados, a los incapaces y a los sujetos de pocos escrúpulos. Todos ellos aves de vuelo rastrero y de poca obra humana social. ¡Nada pueden decir de importancia para los demás! A fin de cuentas, idiotez y absurdo son las expresiones de la misma oquedad política que nos muestran con sus gestos y hechos.

Entonces, ¿por qué? Sus cantos de sirena, sus cantos superfluos nos engañan. Ya que sabemos que de cada diez promesas que nos cuentan, nueve suelen ser tonterías; y la décima, que no es tontería, resulta a última hora de muy escasa proyección y novedad. ¿Cuándo podremos escuchar cosas que puedan ser comprendidas por todo el mundo sin decir demasiadas bobadas? Desde luego creo que nunca en periodo electoral. Porque, ¿tenemos clara la discrepancia que existe entre promesas electorales y realidades a la hora de emitir nuestro voto?

La realidad, como el agua, siempre es mejor cuantas menos burbujas tenga. Y nosotros, desde el Partido Libre Ceuta, solo pretendemos que nuestra otra voz llegue a todos; que acertemos en decir lo que pensamos todos los ceutíes. Somos un partido pobre y no podemos ser mentirosos creando vanidades, grotescamente disfrazadas de novedades artificiosas e irrealizables. ¡Somos tan pobres que no podemos ver más que la realidad diaria de nuestra ciudad!

Es decir, solo creemos en la voz de nuestros vecinos, en lo que nos dicen y cuentan todos los días sobre sus problemas personales, nunca en las voces que proferidas desde arriba se escuchan como ecos ajenos a nuestros verdaderos problemas, y que nos arrojan con labia, falsete y ripios inútiles para el quehacer diario de nuestras vidas. Son voces sin melodía de días mejores. Solo continuismo en sus sillones. ¡Pieles de culebra abandonadas o de cigarras vacías! ¡Cuántas voces vanas, vendiendo humo escucharemos estos días de mayo!

En el Partido Libre Ceuta no queremos lanzar esas voces. Queremos ser la otra voz.  Queremos que nuestra voz sea cierta, real y sincera. Queremos que nuestra casa, Ceuta, siga siendo un hecho histórico donde sus gentes forjadas con tanta historia continúe luchando. Queremos hacerlo todos juntos, ayudándonos, apoyándonos y aunando nuestras ilusiones en una sola meta: conseguir lo que solos jamás conseguiríamos. Una vida útil y agradable para todos los que respiramos bajo el sol que nos ilumina todos los días en esta casa bañada por dos mares.

Y por ello, nadie nos apartará de nuestros objetivos fundamentales: ¡asistencia social, empleo y comercio! estas tres ideas forman el triángulo que da vida al proyecto social que en su día nuestro fundador Pedro Gordillo se planteó como meta.      

Más en Remitidos
descarga - 2024-04-05T094723.328
Remitidos

¿Gratis?