'Ex Marginem' o…¡¡Javier Sakona!

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Hoy, he admirado la obra de una persona que me agrado desde el primer día, por su espíritu rebelde y ojos limpios, ya que siempre maneja con cierto encanto su mirada de cómplice. Y así, visite el museo de Ceuta donde exponía una colección de fotos sobre cosas, piedras y casas rotas. Y sinceramente…a mi todo ello me gusta, ya a través de ellas creo que siento en cierto aspecto, la historia de la sociedad humana a través de sus días perdidos llenos de sombras y luces, que ellas nos muestran. Y con ellas, Javier Sakona, nos muestra que… ¡No es ningún hombre pequeñito ni débil!

Y es una exposición abierta para cabezas ávidas, que saben que en este mundo el tiempo cambia constantemente sus recuerdos. Recuerdos, que observando la obra de Javier Sakona, se fijan y se hacen más pesados que las piedras que los sustentan, obligándonos a sentir la melancolía del antaño. Porque, son recuerdos formados por millones de risas y lágrimas, que siempre nos hechizan con sus ojos fijos y misteriosos llenos de encantos irresistibles.  ¡Ah…y su colorido…envidiaría hasta a la famosa cerámica de Manises!

En primer lugar, me sorprendió su título “Ex Marginem” es decir… ¡Al margen en latín!, y este título, animo aún más mi curiosidad, ya que en el fondo esta definición es como la orilla del rio, que siempre ve pasar las cambiante y continua corriente de agua, mientras ella permanece siempre inmutable a su devenir. Es decir, que nuestras cosas, piedras y casas rotas siempre se mantienen al margen de la evolución de su sociedad humana, mostrándonos como fue, es y será.

Una vez en el museo, admire sus dos diferentes salas, por las que mis ojos seguían sus fotos y que continuamente cambiaban, aunque con pasos idénticos, ya siempre me mostraban los mismos pensamientos. Porque, en cada una y por doquier fluían fotos, que me llenaban de misterios olvidados y que como savia vieja asaltaban mis recuerdos. y es entonces, cuando con intuitiva fantasía, se podía alcanzar lo sublime de sus pensamientos. De esta manera… ¡haciéndonos pensar, es cuando su obra mostraba su excelencia!

Porque en ellas, vi cómo se enmarcaba la historia social de nuestra casa… ¡Ceuta! Ya que las sentía, como inscripciones sepulcrales y como proclamaban y lloraban, con clara elocuencia, eternamente su olvido por los hombres. Consecuentemente…¡Enhorabuena…Javier Sakona!, porque como el mejor cínico de la historia…”Diógenes”, has conseguido que, como él, cuando Alejando Magno le ofreció aquello que quisiera, este solo le pidió que se apartase porque su sombra impedía que el sol le alumbrara. Ya que “Tú” con esta exposición, has conseguido que  muchos, repasemos en nuestras cabezas la increíble historia de nuestra casa, dejando que su sol nos  la haga recordar.

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