La actitud dictatorial del responsable del INGESA por la falta de previsión convierte la plantilla del hospital de pediatría en insuficiente y por ende en un servicio peligroso, por ello esta formación pide que sea aumentada a 8 profesionales para garantizar la asistencia en cualquier momento.
José Antonio Carbonell responsable de Expansión de CSD piensa que con la vida y la integridad de los niños no se puede jugar, por ello exige que este problema se resuelva de una vez por todas, cubriéndose la plantilla adecuadamente para que estos profesionales no trabajen presionados, agobiados por el número de guardias y que no tengan que depender de ningún compañero de Atención Primaria. Se tienen que terminar los parches y dejar de tomarse este problema tan a la ligera.
Un claro ejemplo de la necesidad de especialistas en este campo es lo sucedido hace unos días cuando una madre acudió con su bebe de tres meses a un SUAP. En primera instancia fue atendido el bebé por un médico de familia el cual afirmó que la patología del niño era un simple resfriado, transcurrido un día tuvo que volver de nuevo, porque el pequeño presentaba febrícula elevada, siendo atendido por otro facultativo, recetando un medicamento para que remitiera la fiebre, no paso más de medio día cuando de nuevo tuvo que acudir por tercera vez a urgencias, pero en esta ocasión lo hizo al Hospital donde esta vez sí fue atendido por un pediatra el cual, creyó necesario ingresar al bebé, al que se le diagnosticó bronquiolitis.
Queda reflejada la incompetencia de muchos profesionales de la salud en la ciudad, aunque hay que decir que no muestran profesionalidad ninguna con este tipo de acciones, ya que ponen la vida de un pequeño en peligro.
