Los y las socialistas celebramos el 8 de abril, el día internacional del Pueblo Gitano. Este mismo día, pero del año 1971, se celebró en Londres el Primer Congreso Mundial Gitano, que significó el resurgir del movimiento romaní internacional, así como su visualización para la opinión pública mayoritaria. Por ello felicitamos a las gitanas y los gitanos de España y nos unimos a la multitud de actos que se celebran para conmemorar este día.
Los y las socialistas hemos sido firmes impulsores de las políticas progresistas que visibilizan al Pueblo Gitano, de aquellas políticas que quitan estigmas y prejuicios, de las políticas inclusivas que abren el camino a la educación, al empleo, a la cultura, etc. En definitiva, hemos luchado y seguiremos luchando por la igualdad de trato y no discriminación por origen étnico o racial. Trabajamos por una vida digna y con las mismas oportunidades para todos y todas.
Nuestro país es uno de los países con mayor tasa de población gitana de toda Europa, con una tradición de convivencia ejemplar comparada con otros. Sin embargo, sigue existiendo una discriminación antigitana, por lo que tenemos que seguir trabajando prioritariamente para mejorar y combatir los obstáculos que impiden el acceso a la igualdad de oportunidades.
La discriminación sufrida desde hace siglos ha provocado que la ciudadanía que es gitana siga soportando tasas de pobreza y de exclusión social por encima de la media. Su acceso a la vivienda, a la educación, al empleo o la salud está claramente en desventaja con respecto al conjunto de la población mayoritaria.
Queremos poner en valor la grandísima aportación que el Pueblo Gitano ha hecho a nuestra sociedad, contribuyendo de manera innegable a forjar el carácter y la personalidad de nuestro país.
Combatir la discriminación ha sido y es uno de nuestros principales propósitos y empeños. El pasado año por fin vimos cómo se hacía realidad la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación, conocida como Ley Zerolo, que nació de nuestra convicción de que una sociedad que reconoce y protege los derechos fundamentales de todos y todas sus ciudadanas, sin excepción, es una sociedad mejor y más digna en cumplimiento del Artículo 14 de nuestra Constitución.
En la elaboración de esta norma debemos agradecer la colaboración a los cientos y cientos de activistas y organizaciones junto a las que hemos recorrido este largo camino. La importancia de esta Ley es innegable porque además supone el reconocimiento por primera vez del antigitanismo como un delito de odio específico en el Código Penal, conllevando una pena de uno a cuatro años de prisión.
El Partido Socialista ha sido garante e impulsor de importantes políticas destinadas a facilitar la inclusión y el reconocimiento del Pueblo Gitano en nuestra sociedad. Ha sido bajo el auspicio de gobiernos socialistas cuando se han puesto en marcha el Instituto de Cultura Gitana y el Consejo Estatal del Pueblo Gitano, este último como máximo representante del movimiento asociativo romaní, que forma parte del organigrama de la Administración General del Estado como órgano consultivo.
Así mismo, la Ley de Educación hace posible la regulación de los materiales educativos que enseñarán la historia y la cultura gitanas en los centros escolares para reconocer las aportaciones en los ámbitos de la lengua, la literatura, la música, el teatro o la pintura, contribuyendo también en la lucha contra la invisibilidad y la promoción el conocimiento de la persecución y la constante estigmatización.
La Ley de Memoria Democrática impulsa una comisión de trabajo para restituir su memoria y su historia, y rinde tributo a los gitanos y las gitanas que lucharon por la libertad en nuestro país. La protección del comercio ambulante a través de los Presupuestos Generales del Estado. Y la reciente Ley de Empleo, que nombra específicamente al Pueblo Gitano como grupo de especial cuidado y seguimiento, son ejemplos de que el compromiso y la sensibilidad de este Gobierno han quedado plasmadas en el Boletín Oficial del Estado.
Sin olvidar otras medidas de calado social como el Ingreso Mínimo Vital, la subida de las pensiones, el incremento del Salario Mínimo Interprofesional o la inversión histórica en dependencia, que son también modelos de esta sensibilidad socialista, y que demuestran que las políticas gitanas son una cuestión de Estado.
Y, por último, celebramos que este mismo año el Pleno del Congreso de los Diputados haya aprobado el estudio de un Pacto de Estado contra el Antigitanismo y la Inclusión del Pueblo Gitano, que contiene 158 medidas aportadas por expertos y expertas para, a través de la subcomisión contra el Antigitanismo y la Inclusión del Pueblo Gitano, seguir trabajando para paliar la desigualdad a la que se enfrentan las personas gitanas.
Legislar en democracia supone un poder inmenso más allá del ruido provocado por una desbocada oposición de una derecha cada vez más ultra, que ha dicho que no a todas las iniciativas que favorecen a nuestro país y que afecta directamente al Pueblo Gitano. Pero los y las socialistas vamos a seguir defendiendo sin descanso para que la igualdad sea la bandera que nos haga libres a todos y todas por igual.
Felicidades, a todos los gitanos y las gitanas del mundo. Sastipen thaj Mestipen, salud y libertad.
