Un lazo azul

Desde el Partido Popular, como ya se anunció en los últimos días, vamos a adoptar el lazo azul como símbolo de la lucha contra la banda terrorista ETA y en señal de compromiso permanente con las víctimas por su dignidad, memoria, justicia y verdad.

ppRecuperamos, así, el movimiento, iniciado en 1993, surgido durante el secuestro del ingeniero Julio Iglesias Zamora como símbolo de oposición social a los terroristas.

Durante los últimos cincuenta años, los asesinos de ETA han sembrado fuego y sangre, dejando un legado de odio y rabia que costará mucho trabajo eliminar del País Vasco, Navarra y, en definitiva, de toda España.

La historia de ETA no es más que el relato de quienes pretendieron instaurar un régimen de terror porque era la única forma de conseguir unos objetivos políticos que no podían lograr de forma democrática: la injusticia, la crueldad y el totalitarismo impuestos por la fuerza y el crimen.

Hoy, ETA ha evidenciado que toda su historia ha sido un fracaso. No han logrado ninguno de los objetivos políticos que se marcó en su larga trayectoria criminal. No consiguieron ningún rédito por matar y tampoco por dejar de hacerlo. La democracia nada tiene que agradecer a la banda terrorista.

Ahora, cuando por fin ha anunciado su desaparición, nuestro primer pensamiento es para las víctimas del terrorismo: las 853 personas que perdieron la vida, las que sobrevivieron a los atentados y sufren secuelas para siempre, los amenazados y sus familias. Para todos, sin excepción, sin distinciones y sin categorías, porque a todas ha igualado en su fanatismo criminal la violencia terrorista. No hay lugar para las justificaciones ni excusas.

Gracias al testimonio de las víctimas, se desnudó de propaganda y excusas la auténtica naturaleza criminal del proyecto de ETA. La sociedad española encontró una respuesta contundente a los asesinatos, extorsiones y amenazas: nuestra democracia.

Ante los crímenes de ETA, justicia; ante la sinrazón del terrorismo, fortaleza moral. Hemos crecido como sociedad madurando con dolor por cada pérdida, pero siempre estuvimos decididos a defender nuestra vida democrática y en libertad.

Asumimos el compromiso de mantener vivo el recuerdo de las víctimas del terrorismo y nos reafirmamos en la lucha contra lo que ETA significó y contra lo que intentó llevar a cabo.

En estos momentos, trasladamos nuestra gratitud a todas aquellas instituciones, entidades cívicas y personas que se han implicado en la lucha contra la banda terrorista ETA. Agradecemos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado la labor infatigable en la lucha contra la banda terrorista, desarrollada durante todos estos años.

Mostramos nuestro apoyo a todas las organizaciones que durante años han defendido la dignidad de las víctimas del terrorismo, han mantenido viva su memoria y han reivindicado justicia para cada uno de los casos.

Solicitaremos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que sigan investigando los crímenes de ETA, ya que casi 300 asesinatos aún no han sido juzgados. Exigimos que los delitos por terrorismo se sigan juzgando, condenando si procede y las condenas se cumplan.

Para ser firmes ante los terroristas, es necesario mantener unidad de todos los partidos políticos de España en el Pacto Antiterrorista existente. No se puede mostrar debilidad ante los asesinos y sus cómplices.

Y, por último, expresamos nuestro agradecimiento a los ciudadanos de Francia y otros países de la Unión Europea por su compromiso y colaboración, que nos han permitido derrotar a ETA.

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