¡Va por ti, Manolito!

Gran Vuelta Valle del Genal, una dedicatoria muy especial de Evaristo Casares Fernández para Manolito Rodríguez Ruiz

DEDICATORIA EVARISTO MANOLITO
photo_camera Evaristo Casares Fernández (Cedida)

Un año más, el encantador Valle del Genal, llamó a las puertas de una expedición Caballa para afrontar nada más y nada menos que 130 kilómetros con más de 6.000 metros positivos por una zona cuya belleza puede embaucar a cualquier mortal, ocho ceutíes dispuestos a ponerse un dorsal y retar a los elementos para cruzar una meta que este fin de semana estuvo cara, muy cara.

Las condiciones climatológicas muy adversas, horas y horas lloviendo con un recorrido sinuoso y muy técnico, algo a lo que los de aquí, los del otro lado del charco, no estamos acostumbrados, pero según pasaban las horas y se endurecía. Todo iba a su sitio y la preparación hacía justicia para seguir buscando la meta junto a una persona que me acompañó en todo momento durante ese largo trayecto, un amigo en mi cabeza, este año no cruzaría la meta sólo, me acompañaba alguien que está pasando un momento duro en la vida, pero que superaremos entre tod@s.

Algunos compañeros no pudieron llegar a la meta, tuvieron que tomar la decisión más dura pero acertada, se retiraron más de la mitad de los participantes, otros incluso tuvieron que quedarse en la perla por enfermedad, pero estoy convencido de que todos, comparten conmigo este sentimiento que he querido exteriorizar con estas letras.

Cruzo la meta. Me espera, a unos metros, de ella Christian Cabillas, me dice que voy tercero de mi categoría, ¡casi no me lo creo¡, pero es que no voy solo, alguien me va empujando, me invade la alegría, la emoción, no puedo contenerme y finalizo la Gran Vuelta al Valle del Genal, una de las pruebas más duras de España, en trigésimo cuarto lugar de la general y tercero de mi categoría, algo inesperado pero que voy asimilando con alegría.

Por la cabeza se me pasan la cantidad de horas invertidas, la falta de sueño, el desgaste de zapatillas, la compañía de mi más que amigo miguelito rus, el apoyo incondicional de mi familia y amigos, pero este año, el sentido de esta carrera tenía nombre propio y desde que el violín sonó es para “Manolito Rodríguez Ruiz”. Un compañero que nos metió a muchos este veneno en el cuerpo y que actualmente está pasando un momento complicado, pero que en un futuro no muy lejano, será simplemente una mala pesadilla, así que ¡esta castaña va por ti, Manolito!

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