DíA MUNDIAL DE LOS PRIMEROS AUXILIOS

Cruz Roja recomienda que el 20% de la población tenga conocimientos de primeros auxilios

Si una de cada cinco personas conociese las técnicas de primeros auxilios se podría reducir drásticamente los índices de mortalidad que se registran tras accidentes en carretera, en el hogar o en el trabajo. La institución humanitaria ha instalado un stand en el Revellín para dar a conocer algunos conocimientos básicos.

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photo_camera Voluntarios de Cruz Roja en el interior de una de las ambulancias /ANTONIO SEMPERE

Los primeros auxilios son la ayuda básica y necesaria que se le otorga a una persona que ha sufrido algún tipo de accidente o enfermedad hasta la llegada de un médico o profesional que se encargue de la situación, con el fin de preservar la vida del paciente.

Los principales casos que requieren asistencia de primeros auxilios son asfixia, fracturas, quemaduras, traumatismos y hemorragias, por mencionar algunos.

Los primeros auxilios varían según las necesidades de la víctima y según los conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves. 

Cruz Roja es consciente de la importancia vital de la formación en primeros auxilios y, por ello, es líder mundial en materia de capacitación y prestación de primeros auxilios, formando anualmente a 14 millones de personas de todo el mundo. 

Hoy, Día Mundial de los Primeros Auxilios, Cruz Roja festeja esta jornada invitando a los ceutíes a hacerse voluntarios en el área de emergencias sanitarias. Durante toda la mañana, la institución humanitaria ha colocado un stand en pleno centro para efectuar diferentes demostraciones y talleres, entre otras actividades. 

Los voluntarios de Cruz Roja han mostrado a todas las personas que se han acercado técnicas de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP), tanto en adultos como en lactantes, cómo actuar en caso de obstrucción de vía aérea, o el manejo del Desfribilador Externo Semi Automático (DESA).

También se han exhibido los materiales que suelen utilizarse en las actuaciones de emergencia, así como el interior de las ambulancias. 

El objetivo de esta jornada es promover la concienciación sobre la importancia que pueden revestir gestos tan sencillos a la hora de salvar vidas y motivar a las personas a adquirir conocimientos en primeros auxilios. 

Cruz Roja recomienda que, al menos, un 20 por ciento de la población sepa de primeros auxilios. Si una de cada cinco personas conociese estas técnicas se podría reducir drásticamente los índices de mortalidad que se registran tras accidentes en carretera, en el hogar o en el trabajo. 

 

Qué hacer en caso de emergencia

Cualesquiera que sean las lesiones, son aplicables una serie de normas generales.

Siempre hay que evitar el pánico y la precipitación. A no ser que la colocación de la víctima lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse los cambios de posición hasta que se determine la naturaleza del proceso. Un socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para valorar las heridas, quemaduras y fracturas.

Se debe tranquilizar a la víctima explicándole que ya ha sido solicitada ayuda médica. La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria. En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad. Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones.

Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos en el paciente inconsciente. La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración aceptable: conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos extraños —sólidos o líquidos— y retirando la lengua caída hacia atrás. Si el paciente no respira por sí sólo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico.

El segundo aspecto a corregir es el referente al sistema circulatorio, para evitar el shock. Se deben valorar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: permite valorar la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una adecuada tensión arterial.

El shock o choque es un trastorno hemodinámico agudo caracterizado por una perfusión inadecuada, general y duradera, de los tejidos que pone en peligro la vida. Los signos característicos son la piel fría y húmeda, los labios cianóticos (azulados), la taquicardia y la hipotensión arterial (pulso débil y rápido), la respiración superficial y las náuseas.

Estos síntomas no son inmediatos; el shock puede desarrollarse varias horas después del accidente. Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo antes posible la perfusión de líquidos y electrolitos por vía intravenosa. Está prohibido administrar fármacos estimulantes y alcohol.

Con estos sencillos pasos puedes salvar la vida de alguna persona. Sin embargo, lo más importante es llamar de inmediato a los servicios médicos para evitar cualquier tipo de complicación.