Las quejas de los médicos sacan de nuevo a la palestra las deficiencias que arrastra la sanidad en Ceuta

Las debilidades del sistema de salud público

Dificultades en la reposición de especialistas, elevadas cargas de trabajo, envejecimiento de la profesión médica... Éstas son algunas de las debilidades que la sanidad pública ceutí se ve obligada a enfrentar si quiere mantener la calidad del servicio. 

Personal sanitario maneja un TAC en el Hospital Universitario (INGESA)
photo_camera Personal sanitario maneja un TAC en el Hospital Universitario (INGESA)

Una población médica envejecida, unas elevadas ratios enfermero-paciente, dificultades para la contratación de especialistas derivadas de la ausencia de atractivos suficientes para los profesionales… Los males de la sanidad pública en Ceuta son argumento recurrente en las denuncias que las asociaciones médicas, los sindicatos sanitarios y las organizaciones colegiales plantean con tanta vehemencia como escaso éxito.

El comunicado conjunto emitido este domingo por los sindicatos médicos de Ceuta y Melilla (SMC y SMM) ha vuelto a sacar a la palestra la inquietud de los profesionales sanitarios ante la deriva del sistema de salud en ambas ciudades autónomas.

La carrera por garantizar un sistema sanitario de calidad encuentra un lastre en la situación de los profesionales. Así, por ejemplo, el Colegio de Médicos no se ha cansado de alertar del progresivo envejecimiento de las plantillas de facultativos en la ciudad. Hace apenas cinco meses, y haciendo uso de los datos procedentes del Estudio Nacional sobre Demografía Médica, el Colegio advertía de que en un plazo no superior a los siete años casi la mitad de médicos en plantilla llegaría a la edad de jubilación. La edad media de los médicos ceutíes se estimaba en 47,8 años. La organización colegial consideraba que esta situación no se compadecía con la alta tasa de contratos temporales y la precariedad laboral que persiste entre los profesionales.  

La debilidad de las capacidades de reposición de especialistas que ya aquejan al sistema nacional se hará más evidente en Ceuta si no se adoptan medidas específicas, tal y como ha reclamado el SMC. El sindicato ha insistido en la necesidad de promover un “plan de choque” cuya ejecución no parece constituir una de las prioridades de la Administración.

Los médicos no son los únicos que expresan su queja por la situación de la sanidad pública. Los profesionales de enfermería han puesto de manifiesto en no pocas ocasiones la excesiva carga de trabajo que se deposita sobre ellos.

A comienzos de mes, el sindicato de enfermería Satse censuraba el desequilibro generado por el elevado número de pacientes que los enfermeros ceutíes se veían obligados a atender. Según sus datos, en Ceuta existen 5,25 profesionales de enfermería por cada 1.000 habitantes, una tasa que llega a disminuir hasta el 3,3 si se considera la población flotante. En Europa, estas tasas se sitúan en una media de 8,8.

El comunicado conjunto de los sindicatos médicos ceutí y melillense no dirigía sus críticas tan solo a la Administración. Los médicos lamentaban la “renuncia” a exigir una sanidad de mayor calidad que, a su juicio, caracteriza la actitud de los ciudadanos de ambas ciudades. Según el Barómetro Sanitario elaborado por el Ministerio, los ceutíes no parecen estar descontentos con el servicio que se les presta. Según este estudio estadístico, el 43% de los usuarios destaca el buen funcionamiento de los servicios: el grado de satisfacción con el sistema es de 6,57 puntos sobre 10, índice que se eleva por encima de los 7 puntos en el caso de la atención primaria.

Ese mismo Barómetro, sin embargo, recogía también un dato que, en el contexto del estado de la medicina en Ceuta, resulta significativo: el 60% de los ceutíes declara que, en caso de poder elegir, preferiría ser atendido en una consulta privada.